Un difícil hecho se presentó en el aeropuerto de Santa Marta. La fundación Alma Perruna quería llevar a un perrito llamado Alvín a Bogotá, debido a que había sido atropellado por un taxi y requería la atención urgente de un especialista que solo se encontraba en la capital. Pero, según contó su cuidadora, cuando iba a abordar el avión, la aerolínea Wingo le exigió múltiples documentos y le advirtió que el perrito debía entrar a la aeronave caminando, pese a que había sufrido varias fracturas.
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“Hoy ha sido un día realmente catastrófico y de verdad. Wingo, que triste ver su falta de solidaridad, tuvimos que pagar dos veces un pasaje ya comprado más de 2 millones de pesos, pero como la plata en estos casos no es tan importante de verdad como una vida que necesita SER TRASLADADA DE SANTA MARTA a BOGOTÁ lo hicimos... pero nunca es suficiente, nos exigen que nuestro Alvin ingrese caminando. Misión imposible tiene fracturas por atropellamiento”, indicó la fundación Alma Perruna a través de su cuenta de Instagram.
Y señalaron a la aerolínea de no tener solidaridad. Si bien indicaron que ya habían sido clientes de esa empresa, manifestaron sorpresa por el comportamiento que tuvo su personal en esta ocasión.
La indignación por este caso se esparció como pólvora en redes sociales y unas horas más tarde el video en el cual contaban el caso se volvió viral.
Wingo respondió a los señalamientos y tomó decisión con el perrito
La aerolínea tomó la decisión de no guardar silencio frente a lo ocurrido con Alvín y horas más tarde tomó cartas en el asunto. Las medidas que implementaron fueron publicadas a través de su cuenta en la red social X.
Para empezar, reconocieron que habían ejecutado un protocolo que establece que las mascotas deben moverse por sí mismas.
“Nuestro equipo de aeropuertos siguió el procedimiento de seguridad operacional definido para el transporte de mascotas el cual establece que cada mascota debe tener la posibilidad de contar con movilidad autónoma por seguridad operacional, la máxima prioridad en esta industria”, indicó la aerolínea.
Sin embargo, indicaron que tomaron la decisión de “estudiar el caso en detalle” y, tras analizarlo, autorizaron que Alvín viajara, además de que le brindaron un acompañamiento especial.
“Queremos contarle que sobre las 3:30 p.m. Álvin despegó desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Santa Marta para continuar con su tratamiento médico en Bogotá, ya aterrizó”, explicó la aerolínea.
Por último, señalaron que seguirán trabajando para mejorar sus servicios destinados a los pasajeros y a sus mascotas.
“Desde Wingo lamentamos el malentendido generado y entraremos a revisar en detalle el caso para aprender como compañía y continuar siendo la aerolínea pet friendly de los colombianos. Todo el equipo Wingo le desea a Álvin pronta recuperación en su tratamiento”, concluyeron.
No obstante, por ahora no está claro qué sucedió con el dinero que pagó la fundación, la cual compartió los pantallazos de los tiquetes que tuvieron que comprar. Según indicaron, el vuelo les costó 1′673.000 pesos.