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¡Cierra ya el capítulo de James en Junior, loco!

El 10 de la tricolor comenzó a trabajar con el León mexicano después de una increíble novela de amores, odios y traiciones con el onceno rojiblanco.

Yo no sólo era pesimista con que sí llegaba James Rodríguez a Junior el estadio Metropolitano se llenara, sino también con todo lo que él representa, y que al final se cumplió. Esa “falseada” a don Fuad Char y al tío Christian Daes fue tan monumental como la personalidad del mismo jugador, del que se dice no le gusta entrenar al cien por ciento, de que se pelea con los entrenadores cuando no hay “teterito para pechicharlo”, en fin.

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Y digo “falseada” porque así fue. Pese a que su decisión es entendible en este mundo de la oferta y la demanda, de quién da más, hacer que el gran jefe de Junior, un señor ya mayor de 80 años, con sus nietos, se pegara el cipote viaje a Medellín para sólo escucharlo y cuadrar muchas cosas en lo económico que poco le interesó porque ya había dado su palabra en México, es de una persona déspota y sin sentimientos. Súmele que James no fue capaz, luego de acabarse la reunión, y ya estando don Fuad con su familia en Barranquilla, de darle la cara y agradecerle por la propuesta, si no que envió un emisario para que este le dijera a Jhon Char, quien acompañó a su abuelo, junto a su primo Alejandro, a la reunión, de que no, de que había otra oferta superior y listo. Chao. ¡No te vistas que no vas! Sueño frustrado para todo el mundo Junior.

Quedaron, sin duda, muchas lecciones de esta frustrada contratación. Yo, eso, lo tengo claro, al igual que en el interior de la junta directiva del equipo, en cabeza de don Fuad. Él más que nadie sabe que, a futuro, ya no se puede pensar en personajes como estos para su amado Junior. Cero y van dos: pasó con Juan Fernando Quintero y ahora con James Rodríguez. Para sólo hablar de “los ídolos” nuestros. Porque del exterior, el listado es grande, pasando por “el mudo” Rodríguez, Matías Fernández, entre otros, que poco o nada, aportaron al club. Al contrario, se llevaron bastantes dólares.

Hoy la apuesta debe estar fijada en los canteranos Jordan Barrera, Miller Bacca, Jesús Díaz, Jhonnier Guerrero, José Caicedo y Miguel Agámez, ascendidos para este año, y que buscarán reeditar la historia dejada por Lucho Díaz. Tienen talento de sobra para conseguirlo. Ellos, junto a los otros refuerzos ya confirmados por el club, Daniel Rivera, Deiber Caicedo, Guillermo Paiva, Harold Rivera y José Cuenú, deberán dejar el nombre de la institución en lo más alto, no sólo en nuestro país, sino en el continente suramericano con la otra mitad de la gloria. Es lo que todos queremos en Barranquilla.

¿Y James entonces? Sencillo.. ¡PA’ EL CARAJO! Hoy nada ni nadie, como lo dijo Alejandro Char, alcalde de Barranquilla, “está por encima de Junior”.

¡VAMOS PA’ LANTE, TIBURÓN!!

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