El 23 de mayo del año 2017, Ciudad del Cabo (ciudad portuaria de Sudáfrica) fue la primera ciudad del mundo en quedarse sin agua. Patricia de Lille, política sudafricana y en su momento, alcaldesa de esta ciudad, responsabilizó a los años continuos de escasez a los que se enfrentaron y al mal consumo de agua por parte de los ciudadanos. Hoy, en abril del año 2024, Bogotá, la capital de nuestro país, enfrenta una situación similar, donde se genera un llamado de urgencia debido a que nos quedaban apenas 54 días de agua. Teniendo este panorama, me pregunto, ¿por qué no escuchamos mensajes de urgencia antes? La sostenibilidad no es un concepto lejano, es algo que debemos vivir en nuestro día a día, desde las empresas, los medios de comunicación, las entidades públicas y los individuos.
Parece lejano hablar de una hoja de ruta al 2050, quedando 26 años para que este día llegue, pero desde el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD) y junto con su Red Global de la cual hace parte CECODES, sabemos de la importancia de generar alertas tempranas para ser sostenibles. Por esto, en el año 2010 crearon la Vision 2050 y en Colombia decidimos adaptarla al contexto de nuestro país el año pasado, a través de la Visión 2050 Colombia con enfoque empresarial, como una manera de comenzar y/o fortalecer las transiciones que ya se ha venido dando hacia el desarrollo sostenible. Debemos comenzar a planear nuestro camino hacia la sostenibilidad social, ambiental y económica desde nuestro hogar, empresa, ciudad, país y mundo. Todo comienza con acciones escalables y replicables y por esto, invitamos a las empresas que ya recorren este camino a compartir sus experiencias con otros, inspirándolos cada vez más a ser parte de la solución. La única manera de hacer frente a los grandes desafíos mundiales a los que nos enfrentamos como la emergencia climática, la pérdida de la biodiversidad y la creciente desigualdad es articular entre los diferentes actores, para que todos unidos aceleremos el paso de lo que venimos haciendo con acciones focalizadas, que permitan trabajar en conjunto en pro del desarrollo sostenible del país.
Por esto invito a todos los actores de la sociedad a que vean este tiempo de racionamiento de agua una oportunidad para innovar, para aprender y desarrollar nuevas habilidades personales, profesionales y colectivas en búsqueda de soluciones definitivas a los desafíos globales. Es hora de que todos los actores de la sociedad, desde los medios de comunicación hasta los gobiernos, las empresas y la sociedad civil, se unan en este llamado a la acción temprana, no solo sobre el agua, también enfocados en la energía, biodiversidad, clima, desigualdad, derechos humanos, entre otros temas, para que seamos cada vez más conscientes que todos tenemos un rol esencial en el hacer frente a los desafíos globales.
No necesitamos esperar a que un líder nos invite a actuar; podemos ser los impulsores del cambio desde nuestros propios contextos. Tenemos que tomar conciencia de nuestro impacto en el planeta y trabajar juntos para protegerlo. Por esto, los invito a conocer y utilizar los Objetivos para Vivir Mejor. Esta herramienta, desarrollada por nuestra casa matriz, el WBCSD, en colaboración con aliados internacionales, nos ayuda a individualizar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y nos proporciona acciones concretas que todos podemos llevar a cabo, sin importar dónde estemos en el mundo. Debemos dejar de reaccionar ante las crisis y comenzar a anticiparnos a ellas. La sostenibilidad no puede ser un pensamiento tardío; debe ser el centro de nuestras decisiones y acciones. Juntos, podemos construir un futuro más próspero y equitativo para las generaciones futuras.