En las últimas horas, una ciudadana identificada como Daniela Araujo levantó una voz de protesta contra la reconocida aerolínea Avianca. La mujer denunció supuestos atropellos contra su perrito llamado Lulo, cometidos por la empresa. La pesadilla de la mujer habría comenzado en junio, cuando adquirió unos boletos para volar desde Medellín a Pasto. Sin embargo, su mascota debía ir en la bodega debido a su tamaño, por lo que habría pasado tratos “insensibles”.
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El vuelo de Araujo estaba programado para el 30 de noviembre; sin embargo, al llegar al aeropuerto José María Córdoba, se encontró con la primera complicación: el avión programado para su vuelo no contaba con bodegas ventiladas, lo que impedía el viaje de su perro Lulo. Tras conversaciones con la aerolínea, se les informó que no podrían volar ese día, pero les reprogramaron para el 01 de diciembre en la mañana.
El 1 de diciembre los vuelos experimentaron retrasos, por lo que Daniela fue trasladada a otro avión para volar, pero sorprendentemente, el perrito no fue enviado de Bogotá a Pasto; mientras la maleta de Daniela llegó, por lo que Lulo seguía en la capital.
La situación empeoró para Daniela al conocer las condiciones en las que se encontraba Lulo: la aerolínea se habría negado a proporcionarle comida, agua o permitirle hacer sus necesidades, alegando políticas internas. Además, le informaron a Araujo que el perro solo podría viajar al día siguiente a las 9 de la mañana. Esto implicaría que Lulo pase 27 horas sin comer, beber ni poder realizar sus necesidades básicas, solo y en la oscuridad de la bodega de un avión.
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Por tal razón, la afectada denunció la supuesta “insensibilidad, cinismo y descaro” de Avianca, revelando su experiencia en la aerolínea.
Avianca se pronunció ante los hechos y aseguró que la mascota nunca fue maltratada
“Desde el primer momento, mantuvimos contacto permanente con la pasajera para informarle sobre su mascota, sumado al acompañamiento constante mientras estuvo en el Aeropuerto El Dorado. Asimismo, Lulo estuvo algunas horas fuera del aeropuerto en compañía de una persona cercana, quien lo alimentó y atendió para ser entregado nuevamente al personal de Avianca y embarcarlo en el vuelo hacia Pasto. Vale la pena indicar que el cambio en los planes de viaje de Lulo se dio por seguridad debido a la necesidad de contar con un avión con bodega ventilada, así como al impacto en las operaciones de ayer por baja visibilidad tanto en el aeropuerto de Bogotá como en el de Rionegro”, aseguró vía comunicado la compañía.
