En la noche de este jueves, 16 de marzo, se registró el intento de rapto de un bebé de 2 años en Mosquera, Cundinamarca. La joven madre relató los momentos de pánico que vivió cuando cerca de las 7:30 p.m. caminaba por el parque una mujer y un hombre se le acercaron para robarle a su hijo. El sujeto le sacó al niño del coche y ella dice que sacó las fuerzas de donde no las tenía para quitarle al niño, que se aferró a su cuello y logró captar la atención de un vecino, que al gritar logró espantarlos.
La joven madre acudió de inmediato a la Policía pero le dijeron que no podían recibirle la denuncia porque no había capturados y al niño no se lo habían robado.
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Así se intentaron robar a un bebé de 2 años en Mosquera
Momentos de pánico vivió Luisa* (quien por temor prefiere cambiar su nombre) cuando salió con su bebé en el coche y una pareja intentó robárselo.
“Yo estaba por los lados del parque del Trébol sobre las 7:30 y 8:00 p.m y se me acercó primero una mujer de cabello rojo delgada y pequeña, luego apareció el hombre, que era moreno, macizo, con el cuello tatuado, era colombiano porque yo le escuché la voz. En el forcejeo él me decía que le diera al niño y la mujer era la que vigilaba”, comentó Luisa.
El sujeto sacó al bebé del coche y Laura se lanzó con todas sus fuerzas para quitárselo, el bebé se aferró con fuerza de su cuello y gritaba. “Fue horrible, yo la verdad no sé de dónde saque fuerzas para aferrarme al bebé, que empezó a gritar: ‘no, mamá no’, y daba patadas. Él tiene mucha fuerza en su cuerpo y como me tenía abrazada del cuello, no me soltaba, pero gritaba”.
Luisa dice que: “del susto se hizo popo y chichi, él ya no usa pañal y siempre avisa. Yo digo que fue del susto por qué llegamos acá y no dejaba de abrazarme”.
Además, contó que su hijo se salvó de ser raptado porque un señor que iba pasando se dio cuenta que algo pasada “y empezó a gritar que iba a llamar la Policía, ahí se asustaron y se fueron corriendo. Yo lo único que hice fue empezar a caminar rápido para llegar a la casa”.
Sin embargo, decidió acudir a la Policía Nacional, pero la respuesta fue inesperada. “cuando fuimos a la Policía, nos dijeron que ellos lo que podían hacer era enviar a alguien a vigilar la zona y dar un retrato hablado de las personas porque no tenemos nombres para poner una denuncia como tal”, contó.