En el Camino Adelita de Char falleció este fin de semana una niña de dos años luego de haber sido llevada por sus padres el pasado jueves tras haber ingerido accidentalmente veneno para hormigas en su casa, en el barrio Las Malvinas de Barranquilla.
La bebé, al parecer, en un descuido de sus familiares tomó un frasco que contenía un líquido blanco y el cual resultó ser veneno para hormigas. Tras ver que la menor padecía de extraños síntomas y no paraba de llorar, la pequeña fue llevada en primera instancia al Camino El Bosque y luego remitida al Adelita de Char, donde se produjo su deceso.
Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para no dejar al alcance de los niños sustancias tóxicas u otros que se usen en el hogar, colocándolos en altura para que se le sea difícil a los más pequeños tener acceso a ellos.
Un estudio sobre los accidentes en el hogar
La Universidad de Antioquia publicó un estudio sobre la prevención de los accidentes caseros en ese departamento. Según el Ministerio de Salud. Los accidentes son la primera causa de muerte de niños de cinco a catorce años, la cuarta en niños de uno a cuatro años y la octava en menores de un año.
El Ministerio clasifica los accidentes en tres grandes grupos: en el hogar, en la calle o carretera y en el sitio de estudio o trabajo. En este artículo se hará referencia sólo a algunos accidentes que ocurren en el hogar.
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Los accidentes más frecuentes en el hogar son: las caídas, las quemaduras, las intoxicaciones, las heridas y las asfixias.
El estudio indica que se pueden sufrir heridas por objetos cortantes, punzantes o contundentes. La gravedad es debida a hemorragia o a infección secundaria. En este grupo están incluidas las mordeduras y las lesiones por arma de fuego.
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Las heridas con objetos en el hogar se pueden prevenir: Manteniendo fuera del alcance de los niños aquellos con los que se pueden cortar o chuzar, como vidrios, tijeras, cuchillas, clavos, agujas u otros, cambiando rápidamente los vidrios rotos, recogiendo rápidamente los pedazos cuando se quiebren platos, vasos o tazas, enterrando o botando bien empacados los vidrios o latas que ofrezcan peligro, el juguete roto o semidestruido es especialmente peligroso, por lo cual se debe discutir con el niño la necesidad de descartarlo.
