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Campesinos buscan regresar a los Montes de María el título de ‘despensa de Colombia’

En el Carmen de Bolívar le dieron vida a estas tierras gracias al proyecto PEDT para la producción de un ñame tipo exportación.

El camino que conduce de mi pueblo hacia Barranquilla me lo sé de memoria por los constantes viajes que hice en cada época de vacaciones, durante mi niñez. Al pasar por el Carmen de Bolívar, el inicio de los Montes de María, veía de lado y lado, a orillas de la carretera, incontables casetas en las que vendían todo tipo de alimentos que producían en la región: tamarindos, ajíes, suero picante, queso, ñame, plátano, maíz. Era como pasar por la mitad de un mercado tradicional, rico en productos típicos de la región. Siempre que nos deteníamos ahí, en la mitad del camino, a un lado de la carretera, comprábamos diabolines, chepa corinas, galletas de panela… Era la ‘despensa de Colombia’ y muchos como yo la teníamos a la mano. Pero la época de la violencia opacó ese título del que gozaban los habitantes de esta región y poco a poco empezaron a vivir en medio del miedo y la zozobra, muchos dejaron de lado sus cultivos, otros huyeron de sus fincas y abandonaron la vida en el campo.

Hace poco me quedé varios minutos de pie, en un mirador cercano a la vereda de Caracolí. Estaba en lo alto de una montaña donde “las nubes besan la punta del cerro”, como dice un vallenato, y entonces vi un campo reverdecido, tranquilo; unas montañas con caminos definidos, con cultivos organizados. Y entendí que los campesinos de los Montes de María están trabajando en recuperar su título de ‘despensa de Colombia’. Y empezaron por el ñame, el alimento icónico de esta región, indispensable en los platos del Caribe colombiano y un tubérculo que puede traspasar fronteras gracias a esos conocimientos culinarios que hoy por hoy nos siguen uniendo con el resto del continente.

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Un proyecto que da vida a un pueblo

La Agencia de Renovación del Territorio (ART) llegó junto al PDET a los corregimientos del Carmen de Bolívar con el fin de ayudarlos en la reactivación económica y para eso le apostó al fortalecimiento de la cadena productiva del ñame diamante, uno de los tres tipos de ñame que se producen en estas tierras. Pero lo que no sabían es el impulso que les darían a todos los miembros de esta comunidad, que necesitaban una “luz de esperanza”, así como me lo contó María Alejandra Vecino, una de las líderes del corregimiento de Macayepo.

Este proyecto empezó con el aporte del PDET. Se hicieron unas convocatorias para las personas que estábamos aquí en el pueblo, y como la mayoría de nosotras éramos amas de casa nos pareció genial participar porque con este proyecto podíamos incursionar las mujeres. Así empezamos con las capacitaciones para implementar el proyecto, empezamos con el proceso de las semillas, nos enseñaron cómo teníamos que sembrar, porque como somos campesinos ya teníamos un conocimiento base de lo que teníamos que hacer, pero entonces nos ayudaron a mejorar la técnica”, dijo. María Alejandra, actualmente es la secretaria de Asoprocoñam, la bodega de distribución que funciona en Macayepo, un corregimiento que se levantó alrededor de una cancha de fútbol. Y aunque a primera vista uno creyera que el fútbol es su centro, realmente Macayepo termina siendo el centro en el que a diario se reúnen los campesinos que bajan de sus fincas para negociar el ñame.

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Las mujeres de esta comunidad, que anteriormente solo se dedicaban a sus hijos, vieron en el proyecto de producción del ñame la oportunidad de crecer.

“El proyecto en sí nos dio la garantía de tener una visión diferente, más allá de ser amas de casa. Nos amplió las perspectivas para llegar a ser empresarias. Tenemos muchas compañeras que ponen la mano de obra y así reciben un sueldo para llevar a su casa y aportar. Somos 12 mujeres en total que dependen de esta sociedad”.

Y aunque en Macayepo son 12 las mujeres vinculadas a Asoprocoñam, el proyecto que reúne a todo el Carmen de Bolívar beneficia a 100 familias y se divide en 4 bodegas: Caracolí, Guamaga, San Isidro y Macayepo, que es la principal porque tiene 36 miembros. “Todos hemos luchado para que esto siga en pie y podamos seguir trabajando”, aseguró María con una sonrisa en la que resalta su orgullo por este trabajo.

Si usted quiere contactar a los miembros de este proyecto, lo podrá hacer a través del correo: asoproconam@gmail.com

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