El segundo año de la pandemia del COVID-19 estuvo lleno de noticias y estudios que confirmaban los estragos que el calentamiento global está causando en la Tierra. Y debido a la mayor de sensibilización, se espera que en 2022 la gente se preocupe más por la sostenibilidad.

Los expertos creen que los enclaustramientos han hecho que muchas personas empiecen a apreciar los espacios verdes (o a notar la falta de ellos), por lo que se interesan más por la conservación.

“Hay muchas investigaciones por ahí, incluidas las nuestras, que demuestran que la percepción humana del valor de los ecosistemas, especialmente cuando se vuelven poco frecuentes, está directamente relacionada con el interés por la conservación”, explicó a Metro la doctora Madhur Anand, directora del Instituto Guelph de Investigación Medioambiental de Canadá.

También se espera que las empresas busquen una mayor sostenibilidad en sus prácticas y procesos.

En 2022, a medida que los reguladores de las normas publicitarias empiecen a tomar medidas contra el lavado verde engañoso, y los inversores exijan cada vez más que las empresas tengan en cuenta su impacto ambiental y social en su contabilidad y en sus revisiones de rendimiento, es probable que veamos a más empresas buscar acreditaciones de terceros, como el estatus de B Corp, que mide el impacto positivo de las empresas con respecto a los objetivos globales, no sólo el valor para los accionistas”, dijo Sian Conway-Wood, autora de “Buy Better Consume Less” (“Compra mejor, consume menos”).

Esto sucederá a medida que la gente presione más a los gobiernos y a las industrias para que también tengan y promuevan prácticas sostenibles que ayuden en la lucha contra el calentamiento global. En este sentido, los expertos recomiendan pensar en el planeta como un bien público que todos debemos cuidar y hablar de ello con los que ocupan puestos de poder.

“Una cosa que aprendimos de la pandemia es que lo que es bueno para nosotros como individuos está muy relacionado con el comportamiento de todos los demás y con un bien público. Así que es muy importante hablar con los demás y con los que ocupan posiciones de poder (por ejemplo, los políticos) sobre lo que podemos hacer nosotros y todos los demás”, concluyó Anand.

71%

de las emisiones mundiales son producidas por sólo 100 compañías.

Tendencias de sostenibilidad

La Dra. Madhur Anand, explicó a Metro lo que se puede esperar en 2022:

-Me gustaría pensar que en 2022 habrá un mayor interés por conservar el medio ambiente, e incluso después de que la pandemia sea endémica.

-La valoración de los ecosistemas por sus beneficios directos para la humanidad (alimentos, agua, refugio, aire limpio, etc.), va a ser más importante a medida que nos demos cuenta, más que nunca, de cómo la salud humana está directamente relacionada con la conservación del medio ambiente a largo plazo (por ejemplo, las enfermedades infecciosas emergentes, como el COVID-19, surgen cuando se destruye el hábitat).

-En varios resultados de la COP26 se alcanzaron acuerdos internacionales en este sentido, como la reducción de la deforestación mundial.

-La conservación del medio ambiente también es un problema para la industria y los gobiernos, que deben estar dispuestos a invertir tiempo y recursos en ello.

Entrevista

Sian Conway-Wood,
autora de ‘Buy Better Consume Less’

P: ¿Qué nos deparará el año 2022 en materia de conservación del medio ambiente?

- Sabemos que estamos dañando el medio ambiente al generar demasiados residuos, y que el reciclaje no es la solución. Creo que 2022 va a ser el año en el que empecemos a abordar esta cuestión de forma más significativa, con grandes innovaciones en la Economía Circular. Como resultado de la pandemia, la gente busca un sentido de conexión, por lo que es probable que veamos más acciones comunitarias para proteger el medio ambiente mediante la reducción de los residuos, como los talleres de reparación, congeladores comunitarios, eventos de intercambio y el crecimiento de la economía compartida. El alquiler se está convirtiendo en una opción popular para las personas que quieren moda de lujo sin el precio o la huella de carbono, por ejemplo.

La gente también se ha vuelto mucho más consciente del “greenwashing”, es decir, cuando las empresas gastan más dinero en parecer sostenibles que en serlo realmente. A medida que se informan mejor sobre las cuestiones medioambientales, los consumidores se sienten más cómodos recurriendo a las redes sociales para cuestionar a las marcas, y deciden gastar su dinero en otros lugares.

P: ¿Qué tendencias de sostenibilidad veremos este año?

- La era de la negación del clima ha terminado. Ahora empezamos a ver el retraso climático, ya que las empresas se demoran en tomar medidas, pero los consumidores se están cansando de este comportamiento. Hasta ahora, la opción sostenible solía ser la más cara y menos conveniente, y no es justo que los consumidores tengan que gastar su tiempo y su dinero duramente ganado para tomar la decisión correcta, cuando las marcas siguen obteniendo beneficios de cualquier manera. En 2022, vamos a ver cómo los consumidores devuelven la responsabilidad a donde pertenece: a las marcas que fabrican los productos. Esta presión contribuirá a cambiar la forma en que las empresas fabrican, los envases que utilizan, lo que hacen con respecto a sus emisiones y los fundamentos de su forma de hacer negocios. Podemos esperar ver un mayor activismo de los consumidores, boicots y reacciones en las redes sociales, y las marcas tendrán que estar preparadas.

P: ¿Qué consejo daría a los lectores de Metro que quieren hacer su vida más sostenible?

- Piensen antes de comprar. Al comprar una versión ética de un producto que ibas a comprar de todos modos, puedes asegurarte de que las personas que fabrican tus productos trabajan en condiciones seguras y reciben un salario justo. Tus productos serán de mejor calidad y estarán hechos para durar, por lo que irán menos residuos al vertedero, y estarás invirtiendo en apoyar a las comunidades y en mejorar la calidad de vida de las personas pagándoles un salario digno. Todos podemos contribuir a un mundo mejor cuando elegimos consumir menos y comprar mejor.