Entretenimiento

Laura Prias y su viaje musical de componer música para otros artistas

En Publimetro hablamos con Laura sobre como expresar sus sentimientos por medio de letras.

Con apenas unos años trayectoria profesional, Laura ha logrado lo que muchos artistas sueñan: componer junto a grandes nombres de la industria como Julio Reyes Copello, Yasmil Marrufo, Erick Brian y Christopher Vélez, ex CNCO. Su talento y dedicación la perfilan como una de las nuevas promesas de la música, con un futuro que parece encaminado al éxito.

Desde los 8 años, Laura encontró en la composición su forma de expresión, grabando sus primeras ideas con un celular y unos audífonos con micrófono. A los 15 años, dio un paso más allá y creó su primera canción con mayor calidad. Más adelante, en EMMAT, perfeccionó su arte al tomar clases de Songwriting, donde experimentó con nuevas técnicas y consolidó su estilo, componiendo junto a su hermano, también compositor y productor.

En esta entrevista, Laura nos cuenta sobre su proceso creativo, su experiencia trabajando con reconocidos compositores y sus aspiraciones en la industria musical desde las letras.

¿Cómo descubriste tu pasión por la música y qué te acercó a la composición?

Primero, quería preguntarte cómo descubriste tu pasión por la música y, además, cómo te interesaste desde tan temprana edad en el arte de la composición. ¿Cómo has combinado tu faceta de letrista con la composición? ¿Y qué significa para ti compartir tu creatividad con otras personas para crear algo especial juntos?

Mi pasión por la música la descubrí afortunadamente desde muy pequeña. Vengo de una familia donde la música siempre ha estado muy presente. Mi papá fue cantante toda la vida, aunque no de manera profesional, pero sí como un hobby muy importante para él. Además, mi hermano mayor es músico, productor y compositor, y fue él quien, de alguna manera, descubrió que yo tenía una conexión con la música y me ayudó a desarrollarla.

Él fue quien le dijo a mis papás: ‘Hey, regalémosle un instrumento a Laura, veamos qué puede hacer con la música, porque de verdad tiene potencial’. Además, tengo primos músicos: uno es percusionista, otro es productor. Desde los 4 o 5 años ya intentaba entonar canciones y empecé a tocar la batería, que fue mi primer instrumento. Con el tiempo, fui explorando otros, aprendí a tocar el piano por mi cuenta, y así se fue desarrollando este viaje mío con la música.

Por tu historia con Claudia Brant, ¿cuál es la importancia de los apadrinamientos en los procesos de escribir canciones?

Yo le dije: ‘Necesito un consejo porque ya me voy a graduar y quiero saber cómo acercarme a otros artistas, cómo hacer, para que me llamen como compositora, para seguir haciendo esto, pero también para tener oportunidades y ser más reconocida’. Y ella, sin dudarlo, me respondió: ‘No, yo te quiero firmar’.

Al principio, no entendía nada, fue como un sueño hecho realidad, literalmente como en una película. Luego, entramos en el proceso de negociación, que duró casi un año o incluso un poco más. Finalmente, cuando todo el acuerdo estaba cerrado, llegué a Miami. Y la verdad es que no te imaginas lo que significa tener el nombre de Claudia Brant respaldándote. Aquí la gente te respeta solo por eso. Es como: ‘Ah, esta chica está con Claudia, wow, entonces debe ser buena’. Porque Claudia no firma a cualquiera, no es algo que haga solo porque sí.

En esta industria, no es fácil que te den una oportunidad. Hay personas generosas que sí apuestan por nuevos talentos, pero también hay quienes prefieren enfocarse solo en impulsar su propio trabajo. Así que llevar el respaldo de alguien como Claudia realmente impulsa muchísimo la carrera, especialmente en el ámbito de la composición.

¿Cómo ha cambiado tu ejercicio de composición según los artistas con los que te has sentado a trabajar?

Lo que más he notado es que todos coinciden en ser personas muy abiertas, receptivas y profesionales. Creo que un gran artista no solo es talentoso, sino que también está dispuesto a escuchar ideas, a recibir sugerencias y a dejarse guiar desde otras perspectivas. Cuando estamos componiendo, no es como que alguien diga: ‘No, no quiero escuchar nada más’. Al contrario, siempre hay un intercambio de ideas, y eso hace que el proceso sea mucho más enriquecedor.

Lo que sí cambia es la forma de trabajo de cada artista. Algunos llegan con una idea muy clara y te dicen: Quiero hablar sobre esto, ayúdame a desarrollarlo. Otros son más abiertos y trabajan de manera más colaborativa. Cada sesión es diferente, pero todas han sido experiencias que me han hecho crecer mucho como compositora.

Algunos artistas tienen una participación más activa en el proceso de composición. Hay quienes dicen: ‘Quiero hablar de esto, pero no quiero decirlo de manera tan directa’, y se involucran más en la construcción de la canción. Afortunadamente, todos con los que he trabajado han sido increíbles y me han recibido con mucha apertura.

¿Has pensado en explorar el mundo de la interpretación o prefieres dedicarte completamente a la composición?

Desde que era pequeña, mi sueño siempre fue ser artista. Siempre me imaginé en un escenario, dando conciertos y transmitiendo emociones a través de la música. Cuando entré a Berklee en 2022, ese era mi objetivo: salir de allí con un proyecto sólido, listo para compartirlo con el mundo.

Sin embargo, la vida da muchas vueltas y, en el camino, se me fueron presentando más oportunidades en la composición. Claudia Brant ha sido un gran apoyo en este proceso, y por ahora estoy aprovechando todo lo que el universo me está entregando. Sé que en algún momento sacaré mi proyecto como artista, eso es segurísimo, pero en este momento estoy enfocada en crecer como compositora y lo estoy disfrutando muchísimo.

¿Hay algún artista con el que sueñes escribir una canción en el futuro? ¿Alguien que tengas en la mira para colaborar?

Tengo muchos artistas con los que me encantaría trabajar, pero si tuviera que elegir algunos de mis grandes sueños, diría Alejandro Sanz y Juan Luis Guerra. Me fascinaría entender cómo funciona la mente de esos genios musicales. También me intriga mucho el proceso creativo de artistas más modernos, como Rosalía, porque detrás de sus discos hay conceptos muy bien estructurados.

Obviamente, escribir con Shakira sería otro sueño increíble. En general, me encantaría colaborar con artistas que están marcando la industria en este momento. Pero sí, si un día logro componer con Alejandro Sanz o Juan Luis Guerra, puedo decir que me muero feliz.

Ahora que algunas de tus composiciones han sido grabadas y presentadas en vivo, como las canciones de Maca y Gero, ¿qué sientes al escuchar tu música interpretada por otros artistas y ver la respuesta del público?

Es una gratitud inmensa. Hace poco me enviaron un video de un concierto de Maca y Gero en Bogotá donde estaban cantando Un trago de más, una de las canciones que escribimos juntos. Fue una locura ver a tanta gente coreando la letra que nació de una sesión de composición, de un momento genuino.

El dinero va y viene, y claro que vendrán los lujos y lo material, pero escuchar a las personas cantar algo que escribí con el corazón es un pago invaluable. Se me puso la piel de gallina, se me aguaron los ojos, fue una experiencia increíble. Nunca había escuchado en vivo una canción en la que participé, y sentir esa conexión con el público fue algo muy especial para mí.

Se vienen muchas cosas emocionantes. Estoy trabajando en nuevos proyectos, incluyendo colaboraciones con Jerry Dee y otros artistas, aunque todavía no puedo revelar demasiados detalles. Pero lo que sí puedo decir es que viene mucha música y muchísimo trabajo. ¡Así que estén pendientes!

Síguenos en Google News:Google News

Contenido Patrocinado

Lo Último