Bien sea en la familia, el vecindario, la escuela, el trabajo, los pasatiempos, siempre hay personas que hablan más que otras. Tienen la capacidad de establecer una conversación duradera sobre cualquier cosa.
De hecho, por encima de todos los que le rodea, suele sobresalir en la charla; a veces, pareciera que no tomara aire para la conversación por la fluidez y velocidad con la que gesticula las palabras y cambia los temas.
“Aunque esto puede deberse en parte a la personalidad extrovertida del sujeto implicado, el contexto y la presencia de quienes le acompañan durante estos encuentros también podría influir es su capacidad para expresarse”.
Motivos por los que unas personas hablan más que otras
En entrevista con la Revista Hola, la neuropsicología Unai Aso Poza comentó que unas personas hablan más que otras por diversas razones, unas pueden estar asociadas a la impulsividad.
Dijo: “Por ejemplo, se puede dar el caso de que la persona sea más impetuosa o esté más ansiosa cuando interactúa con determinados individuos, según el contexto, y esto puede hacer que la emisión de conductas verbales aumente”.
Continuó: “Puede haber una búsqueda de validación o de aprobación en personas con baja autoestima en un intento de sentirse valoradas o importantes” en el círculo que los rodea.
Signos no verbales
La utilización en exceso del lenguaje y, además, “sin límite de comunicación también se debe a que, ante la premura, estas personas no logran identificar los signos no verbales de sus interlocutores que en ocasiones pueden indicar señales de incomodidad”.
“Este tipo de sujetos tiene dificultad para leer las señales físicas con los individuos que conversan”, añadió la profesora de la Universidad de Lausana, en Suiza, Marianne Schmid Mast.
En el estudio ‘El papel de la categorización social y la orientación al dominio social en la adaptabilidad del comportamiento’, la psicóloga sostiene: “Es como si sus cerebros fueran ciegos ante las emociones ajenas, donde no captan las molestias o gesticulaciones de los otros”.