En un esfuerzo proactivo para enfrentar futuras amenazas pandémicas, expertos de todo el mundo se han unido en la lucha contra lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha denominado como la “Enfermedad X” , un patógeno “conocido desconocido”.
Como explica 20 minutos, a pesar de que aún no se ha materializado, la comunidad científica está trabajando incansablemente en un laboratorio ubicado en el Reino Unido con el objetivo de rastrear, predecir y analizar posibles nuevas pandemias, en un intento de evitar la falta de preparación que caracterizó la crisis de la COVID-19.
Este esfuerzo previsor busca identificar anticipadamente la próxima enfermedad que podría propagarse a gran escala, en una apuesta por evitar repetir los errores del pasado. Investigadores de diferentes países se han unido en este esfuerzo colaborativo que podría marcar la diferencia en la respuesta a futuras crisis sanitarias.
Los expertos advierten que las condiciones actuales, como el cambio climático, la expansión de mosquitos y garrapatas, así como la diversidad de entornos, están sentando las bases para una potencial amenaza sanitaria. Estas condiciones desafiantes ponen a prueba la capacidad de los científicos para anticipar y contrarrestar los riesgos emergentes.
La opinión de los científicos
Dame Jenny Harries, directora ejecutiva de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido, en una entrevista con RTVE, explicó: “La proximidad entre animales y humanos en nuestras urbanizaciones nos insta a estar un paso adelante en la identificación de patógenos que puedan presentar un riesgo”.
¿Podría haber sido el coronavirus la “Enfermedad X”? La inclusión de esta enfermedad en la lista de patógenos de la OMS como un “conocido desconocido” data de 2018, antes de la aparición del COVID-19. Sin embargo, el mundo se encontró en una posición poco preparada para lidiar con el impacto del coronavirus.
Al respecto, Peter Daszak, integrante del Proyecto de I + D de la OMS, afirmó: “En pocas palabras, COVID-19 es la Enfermedad X”.
La estrategia para prevenir una próxima pandemia consiste en la creación de tecnologías y plataformas que sean ágiles y adaptables ante cualquier amenaza que surja. El objetivo principal es garantizar que tanto la detección temprana como el desarrollo de un antídoto puedan llevarse a cabo de manera eficaz y veloz, minimizando el impacto de una posible futura pandemia.