El último lanzamiento musical de René Pérez Joglar, titulado ‘Quiero ser baladista’, se ha convertido en tendencia en el mundo digital, luego de que sus detractores y fanáticos observaran el cortometraje a blanco y negro de 10 minutos de duración, en el que Ricky Martin fungió como el asesino de la trama.
Muchas son las polémicas en las que se ha visto inmerso al intérprete de ‘Atrévete-Te-Te’, muchas de ellas derivadas de las pullas a modo de lírica que le ha lanzado a cantantes como: Cosculluela, J Balvin, Tempo y Akapellah; siendo este último uno de los pocos raperos que se ha atrevido a contestarle.
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Mejores líricas y apartados del cortometraje de ‘Quiero ser baladista’
El formato audiovisual inicia con el asesinato de René, quien recibe varios impactos de bala en el momento que se abren las puertas del ascensor en el que se encontraba. Acto seguido, su cuerpo era arrastrado por dos sepultureros para ser enterrado, pero, el oriundo de Trujillo Alto, municipio de ‘La isla del encanto’ lo impide y se desata en rimas dirigidas a aquellos que quisieran verlo en esta posición.
“Me dicen César Millán a veces porque cuando el Residente habla, estos perros obedecen”, “Soy imparable, aunque recen mil veces todos los meses”, y “Desde Calle 13, el rap y yo vivimos como los siameses”, fueron algunos de los versos más destacados de este segmento del cortometraje.
Pero uno de los puntos más álgidos en la trama, es protagonizado por Ricky Martin, quien le dispara a la versión de artista de balada de Pérez Joglar, y además orina su cuerpo inerte. En este fragmento, el intérprete de ‘Vente pa’ ca’, toma el alma de su compatriota y se convierte en rapero, soltando versos destacables como:
“Sin varita mágica ni ‘sombrerito’ yo los convierto en pajarito”, “Yo no vivo para el rap, el rap vive en la piel que habitó”, y “Perdónenme que presuma, pero saben que el Residente es peligroso con la pluma”.
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