Cultura

Robert Yeoman, la mano derecha de Wes Anderson

Habla acerca de su trabajo, su relación con el director y del último largometraje en el que trabajaron juntos: The French Dispatch (2021)

Paletas de color limitadas al pastel, escenas satisfactoriamente simétricas, personajes que oscilan entre lo divertido, lo serio y lo melancólico, y un elenco de actores de primera, son algunos de los aspectos más característicos e importantes del trabajo de Wes Anderson.

Lo que pocos se detienen a pensar acerca de esa estética tan marcada es cómo llega a ser posible, y es que el paso siguiente a que las ideas salgan de la cabeza del director, es preguntarse cómo hacerlas realidad.

Esa pregunta es casi que el lugar desde dónde realmente empieza el trabajo de un director de fotografía, porque si bien, ya existe una identidad estética por y para la que trabajar, la única forma en la que esta puede establecerse como un hilo conductor a lo largo de una, o varias producciones, es a través de su trabajo.

Robert Yeoman es a quién Anderson le ha encargado esta tarea desde la primera de sus películas, Bottle Rocket (1996). Convirtiéndose al día de hoy, en director de fotografía de 8 de sus 10 largometrajes. Teniendo como excepción a Fantastic Mr. Fox (2009) e Isle of Dogs (2018), en las que su labor no era indispensable, debido a que se trató de películas animadas fotograma a fotograma.

Al ser esta estética ideada por Anderson, un muy alto porcentaje del reconocimiento del que gozan sus audiovisuales, le ha sido necesaria, a lo largo de los años, una mano derecha que se encargue de que funcione de manera armónica. Por eso, a lo largo de la siguiente charla, se hace esa exploración e inquietud por el trabajo conjunto de un director general y uno de fotografía por un mismo fin, hacer una película. En este caso, hacer The French Dispatch (2021).

¿Cómo y dónde conoció a Wes Anderson? ¿Cuáles son los primeros recuerdos o impresiones que tiene de él?

Wes me escribió contándome que estaba preparándose para dirigir Bottle Rocket en Texas. Me adjuntó el guión, me pareció muy divertido y me fascinaron los personajes, y luego de leerlo, nos reunimos en una oficina en Los Ángeles. Él era bastante joven, pero de inmediato me di cuenta que era brillante y que tenía una visión muy clara para su película. Conversamos por horas sobre la fotografía de películas que admirábamos y estaba claro que compartíamos una estética similar.

Ya ha trabajado en varios proyectos con Wes. ¿Cómo es trabajar con él?

Wes tiene una visión muy clara para cada una de sus películas. Está abierto a las ideas de su equipo creativo, pero al final es quien controla la totalidad los aspectos. Todo es cuidadosamente planeado en la etapa de preproducción de manera que cuando llegamos al rodaje todos sabemos exactamente cómo serán las tomas y cómo planeamos lograrlas. De todas maneras, Wes desafía a todos a “pensar de forma original” y a encontrar nuevas formas de resolver los problemas que puedan surgir mientras se hace una película.

¿Había algo en particular en este guión que le entusiasmara abordar?

Sí, es que cada una de las historias tiene su propio estilo visual, y me entusiasmaba ver cómo plasmar eso en la película. Cuando Wes me envió el guión, ya había reunido a la mayor parte del elenco así que podía vincular a los actores con sus papeles y las escenas en mi cabeza, lo cual me ayuda muchísimo para comprender los matices de la historia.

Las historias de la película emplean, tanto blanco y negro, como color ¿Cómo logra equilibrar ambos formatos?

Originalmente habíamos planeado rodar sólo una de las historias en blanco y negro, pero durante la etapa de preproducción rodamos varias pruebas y tanto a Wes como a mí nos encantó el look del material de la película en blanco y negro. Así que se tomó la decisión de ir un poco más hacia esa dirección, por momentos mezclando tanto el color como el blanco y negro en una misma historia.

Las películas de Wes tienen mucho detalle. ¿Cómo aborda rodar cada escena para poder capturar el mayor nivel de detalle posible?

Creo que la elección de la lente y el estilo de iluminación ayudan a capturar el detalle.

En términos generales, ¿cuáles fueron algunos de los mayores desafíos que supuso hacer esta película?

A Wes le gusta tener una gran profundidad de campo, lo que requiere una mayor iluminación. Para The French Dispatch, usamos una película de velocidad lenta, que requiere más luz que las cámaras digitales que se usan hoy en día.  Siempre es un poquito complicado iluminar con tanta profundidad y hacer que se vea natural. Los movimientos de cámara como fast dollies y barridos así, con frecuencia también son difíciles.

En las notas de producción dijio: “Trabajar con Wes es como embarcarse en una aventura que te cambia la vida”, ¿cuál sería, para usted,  esa “aventura que cambia la vida” en The French Dispatch?

Wes siempre suele encontrar un pequeño hotel boutique, del que nos apropiamos durante el rodaje. Él, los actores, los productores, el diseñador de producción, el diseñador de vestuario, el editor, y todos los que hacemos parte de la película, vivimos allí. La sala de edición también hace parte del lugar, cada día después de rodar, Wes y yo vamos a ver las grabaciones del día anterior. Después vamos al comedor donde todos se reúnen a cenar, es un clima bien familiar.  Toda esta experiencia, sin duda, cambia la vida.

The French Dispatch narra diferentes historias de un periódico de la ciudad de Kansas, con sede en la ficticia ciudad de Ennui-sur-Blasé en Francia, que, haciendo caso al testamento de su director, debe publicar su última edición con tres artículos de ediciones anteriores y un obituario.

La película cuenta con la presencia de actores como Benicio del Toro, Tilda Swinton,  Timothée Chalamet, Bill Murray y Owen Wilson, y puede verse desde el 18 de noviembre en diferentes salas de cine del país.

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