Cada vez más sistemas proliferan en los automóviles para hacernos la vida más sencilla. Desarrollos complejos en los que las marcas han invertido millones de dólares o de euros, con un sencillo objetivo. Hacer que los carros sean más eficientes, cómodos y seguros es la meta. Aunque para esto, se necesite tomar serias decisiones.
Es el caso de los sensores de parqueo y de asistencia de frenado. Los sensores trabajan siempre en los mismos sentidos: evitar que el vehículo choque contra otro objeto, llámese otro vehículo o un objeto en el estacionamiento. Mientras más carros tienen estos sensores, más necesidad hay de contar con sistemas de radar, lidar (radar con luz) y cámaras por todos lados.
Lo mismo ocurre ahora con los sistemas de autoencendido (start-stop). Son sistemas que buscan apagar el motor del vehículo cuando este está detenido, por ejemplo, en un semáforo. Así, el motor no consume combustible, aumentando la eficiencia y reduciendo las emisiones de CO2, un objetivo fundamental, sobre todo, en las normas europeas.
Pero esto requiere de sistemas mucho más robustos para poder lograrlo. Los alternadores y motores de encendido deben ser más fuertes para trabajar eficientemente en los ciclos de autoapagado. Las baterías también deben tener una capacidad mayor de corriente eléctrica, para poder absorber este impacto e incluso mantener los accesorios de entretenimiento circulando.
La mayor novedad en este sentido es las baterías AGM (cama de vidrio absorbente, por sus siglas en inglés). A diferencia de las baterías de metal – ácido corrientes, las AGM trabajan de manera similar a las pilas de los teléfonos celulares, con mayor capacidad de almacenamiento de corriente y descargas rápidas, como las que se necesitan al presionar el pedal y reiniciar la marcha. El mayor fabricante es Varta: 8 de cada 10 baterías AGM tiene esta marca.
Todas estas tecnologías buscan hacer más cómodo, seguro y ambientalmente responsable el manejo del vehículo. Desde los techos panorámicos hasta los frenos con sistemas de regeneración incorporados, la tecnología avanza para darle al automóvil una nueva vida, antes de que los vehículos autónomos dominen el mercado.