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¡Sin precedente!

La semana pasada, luego de cerca de un año de intensos contrapunteos, debates y diferentes posturas acerca del gremio ganadero en el país, sucede lo inesperado, mandan a liquidación lo que sería el fondo parafiscal más importante del país, sin rubor alguno se pretermiten actuaciones administrativas sin que nadie dé asomo de sorpresa, excepto los directos dolientes y afectados; no bastaron menos de 12 meses para que el Fondo Nacional del Ganado, el cual fue manejado con total éxito durante más de 18 años, entrara en una inevitable liquidación, no valieron de nada las recomendaciones de su junta directiva, que desde siempre estuvo al tanto de la situación.

El Fondo Nacional de Ganado no es lo que muchos creen, en parafiscalidad no maneja al año más de 5000 millones de pesos, asunto que lo haría poco atractivo, sin embargo su importancia radica en llevar una política ganadera a cada rincón del país, en dar un ejemplo de la política de prevención de brucelosis, que no es nada más y nada menos, que la aplicación de políticas de prevención para hacer de la producción cárnica una de las más competitivas de Latinoamérica, la política de vacunación es, en sí misma, una de las causas más justas del fondo, para no ir más lejos a la necesidad de escuchar y aplicar políticas claras a la realidad en el campo ganadero en cada rincón del país.

A decir en los últimos años, esa política ha venido manejándose con los pies, desde la cartera del exministro Juan Camilo Restrepo, quien cree erróneamente que dar aplicación contundente a las normas jurídicas creadas con el ánimo de ofrecer excelente calidad en productos cárnicos al consumidor final es una estupidez y asunto menor, es una muestra clara de la visualización de esa cartera en los últimos años; tan sencillo como indicar que el mismo “artista” Juan Camilo Restrepo, el mamerto del conservatismo colombiano, estando al mando de esa cartera con el hipo de generar inconvenientes a la junta directiva de Fedegán, aplazó el acatamiento a normas del sector con el objeto de proteger la salud pública.

Al ver este caso uno se pregunta qué actuación lo podría catalogar como un total cafre, pretermitir que el Fondo Nacional del Ganado entre en liquidación teniendo todas las posibilidades jurídicas, financieras y políticas para salvarlo, o pretermitir aplazar normas jurídicas con el objeto de salvaguardar la salud publica de los colombianos, tratándose de productos cárnicos, produciendo por este aplazamiento cargas públicas injustas a cientos de empresas que hacen hasta lo imposible para garantizar, al consumidor final, calidad y seguridad, o ser artífice de las dos situaciones, pues ese es Juan Camilo Restrepo, el gestor de las dos situaciones.

Vale destacar que la liquidación inminente del Fondo Nacional del Ganado no solo generará un hecho sin precedentes en tan importante sector productivo agrícola del país, también generará cargas impositivas directas a cada uno de los colombianos, pues nada más y nada menos que por haber aplazado esas normas en su momento, el Estado afronta una de las mas onerosas demandas, la cual, de calcularse, estaría cercana a los 400.000 millones de pesos, todo por el capricho de su majestad Restrepo y su corte que asesora desde La Habana

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