Según un indicador global, Bogotá pasó de ser la segunda a la tercera ciudad con mayor congestión vehicular en 2020.
TomTom, fabricante de GPS y mapas para navegación en vehículos, reveló esta semana su índice de congestión vehicular para el 2020. En un año en el que la pandemia afectó a millones de personas, la congestión en las vías de las grandes ciudades del mundo se redujo notoriamente. A pesar de los inmensos trancones y la reducción de vías principales para instalar bicicarriles, Bogotá fue una de las ciudades más beneficiadas.
Según el índice, Bogotá tuvo un índice de congestión vehicular del 53%. Esto implica que, en promedio, un viaje que debería tomar 30 minutos pasó a tomar 46, debido al tráfico. El índice se redujo un 15% respecto al 2019, una medida que puede adjudicarse plenamente a la pandemia.
Esto se demuestra al ver indicadores como los «días de bajo tráfico», jornadas en las que la congestión fue un 50% menor que el año anterior. En Bogotá esta situación se produjo en 116 días, que casan casi completamente con los períodos de restricción de movilidad, tanto por la cuarentena estricta como por el regreso del pico y placa.
El escalafón mostró reducciones de más del 5%, en la movilidad de la mitad de las 416 ciudades analizadas. Las ciudades con más reducción fueron Bangalore (India), con un 20%, Manila (Filipinas), con un 18% y Pune (India) y Jakarta (Indonesia) con un 17%. En América, Bogotá fue superada por Ciudad de México, con 16% menos de congestión.
A pesar de la disminución, Bogotá sigue siendo una de las ciudades con peor congestión vehicular del mundo. Cayó al tercer lugar, solo superada por Moscú e igualada con Mumbai (India) y Manila, siendo la ciudad con los peores trancones de América.
A esto contribuyó la reducción de carriles para el tráfico de bicicletas en vías como la Carrera Séptima, la avenida NQS y la calle 13. Esta última vía ha causado trancones de hasta tres horas para llegar a la localidad de Fontibón y a los municipios de Mosquera, Funza y Madrid, lo que a su vez ha motivado protestas de sus habitantes y una iniciativa para trasladar el bicicarril a un área actualmente no intervenida que se reservó para una futura ampliación de la vía.