¿Cuál es el mejor primer carro que uno puede tener? Muchas personas pueden tener opiniones diferentes, incluso variando según su edad. Algunos se juegan un carro usado conocido, que haya sido heredado de la familia. Otros prefieren un vehículo económico en el que puedan aprender de conducción y mecánica (como el Peugeot 306 que fue mi primer carro). Para otros más es ideal un vehículo fácil de operar, económico y seguro, como lo puede ser el Kia Picanto automático.
El Kia Picanto, como tal, no tiene presentación. En su tercera generación en Colombia es uno de los 10 vehículos más vendidos en el país. Desde taxi hasta un mini crossover (el X-Line) o un pequeño hatchback con deportividad (el GT-Line) es uno de los vehículos más flexibles, a su vez.
Esta flexibilidad se basa en una plataforma eficiente, que tiene una longitud muy reducida: solo 3,6 metros, pero con amplitud suficiente para cuatro adultos. El espacio para equipajes no es un fuerte, pero para eso es un city car. Aún así, los 255 litros son más que suficientes para las familias jóvenes o personas solas que buscan este vehículo.
En el interior se destacan materiales para el uso diario, con profusión de plásticos duros pero un gran número de accesorios. Las versiones más equipadas cuentan con una amplísima pantalla de 9 pulgadas. Incluso, tienen rines de 15 pulgadas de bajo peso, y una estructura en acero de alta resistencia ultraligera. Se nota: el peso del vehículo no supera la tonelada, por lo que se mueve muy rápidamente.
La caja de sorpresas
Como cabe esperar en el Kia Picanto automático, la principal reacción es la transmisión. Se trata de una caja automática tradicional de cuatro cambios, bastante anticuada pero apropiada para el vehículo. Con un motor de 1.25 litros y 83 caballos, y el bajísimo peso, es más que suficiente.
Las relaciones están bien ajustadas para el uso urbano, pero en carretera se nota la ausencia de una quinta marcha. Eso sí, cabe destacar que, aunque no tiene modo secuencial, permite bloquear la marcha para descensos. Así mismo, el retraso en la acción al hundir el acelerador es correcto, sin la sensación de «lag» que dan muchos de estos vehículos.
De resto, las sensaciones son muy parecidas: un vehículo con habilidad de giro muy destacada y una suspensión más bien dura. Frenos eficientes, un bajísimo consumo de combustible y una dirección eléctrica muy eficaz. También se destaca un sistema de reparto de torsión que hace que el desempeño en curva sea excepcional. No es un deportivo, ni mucho menos, pero se mueve con gracia por las calles.
Toda la tecnología que quepa
Uno de los principales argumentos del Kia Picanto automático es la gran cantidad de tecnología que tiene. Todos los vehículos vienen con luces exploradoras, bloqueo central, sistema de conectividad con pantalla de 9 pulgadas, aire acondicionado y ABS. La única falencia es en seguridad, donde solo hay dos airbags.
Pero la tecnología llega a unos niveles inesperados no solo en el segmento de entrada, sino en casi todos. Por ejemplo, las versiones Summa alcanzan a tener opciones como vidrios traseros tintados, encendido remoto, techo panorámico y cámara de reversa. Algunas de estas opciones no están disponibles en vehículos que valen el doble.
¿A qué se debe esta decisión? Según Kia, muchos compradores del Picanto, y sobre todo de las versiones automáticas, buscan lujo en empaque pequeño. Quieren un vehículo compacto, apropiado para su uso urbano, fácil de estacionar, pero bien equipado. Hay compradores que deciden bajar de camionetas y otros vehículos demasiado grandes, y se pasan a este citycar.
La apuesta les ha funcionado muy bien. Incluso, las versiones Summa llegan en un precio cercano a los 52 millones de pesos, en versiones GT-Line y X-Line. Pero el Kia Picanto automático más básico es mucho más cercano. Desde 41 millones de pesos aproximadamente, es el vehículo de caja automática nuevo más barato, con el añadido de 150.000 kilómetros o siete años de garantía.
La competencia en esta gama está en los VW Gol y Nissan March, un poco más grandes y que por ende, sirven más para familias mayores. Citycars sin pedal de embrague, solo está el coreano. Y este es un gran reto: combinar un auto con gran tecnología que, a los ojos de muchas personas, sigue siendo un taxi. Los resultados demuestran que el importador ha dado con el chiste.
El carro en un minuto
Motor: 1.25 litros, 86 caballos, 122 Nm de torque
Transmisión: Automática de cuatro velocidades
Tracción: Delantera con control de estabilidad
Pro: Económico, barato y con una confiabilidad y garantía ampliamente reconocidas.
Contra: Mecánica anticuada, espacio apenas apto para personas o parejas.
Precio: Desde $41’200.000.