Enrique Peñalosa dice que las palomas de la Plaza de Bolívar «se han vuelto una plaga» y por eso tomó una decisión para controlar la sobrepoblación de estas aves en el centro de la capital.
El alcalde prohibió la venta de maíz para que turistas y locales dejen de alimentar a las palomas.
«No podemos permitir este tipo de ventas, vamos acabar con eso», dijo Peñalosa al reconocer que los fines de semana, cuando hay más gente, el número de palomas en la Plaza de Bolívar supera las 3000.
«Se han vuelto una plaga en la Plaza de Bolívar. El costo del mantenimiento de las edificaciones históricas al edificio del Congreso de la República, a la Catedral (y) al Palacio de Justicia, son miles de millones de pesos al año, porque los excrementos de las palomas son corrosivos, deterioran los edificios», afirmó.
Agregó que son cerca de 14 personas las que se dedican a este oficio. «Entendemos que hay una gente que vive de eso. Yo personalmente me reuní con ellos y les hemos organizado diversas alternativas, puestos de ventas, casetas oficiales de puestos de venta de dulces, diferentes actividades para que queden tranquilos», manifestó el alcalde.
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