¿Qué depara esta nueva legislatura?
Comienza una etapa muy interesante. Más allá de los ruidos cotidianos, de los escándalos mediáticos, estamos viviendo un tiempo de cambio. Este es el Congreso más pluralista de la historia de Colombia. Gana el país con tantas voces diversas en el Congreso. En relación con el Ejecutivo, se repite la historia. El gobierno de turno tiene las mayorías para impedir que el Legislativo sea una rama independiente. Eso ha sido desastroso porque los presidentes tienen al Congreso en el bolsillo, que aprueba y aprueba y aprueba sin hacer control político al gobierno de Duque. Esas mayorías en el Congreso auguran malas decisiones o decisiones en contra de la gente.
¿Cómo se parará el Partido Verde en oposición?
Nosotros queremos una oposición constructiva que no tema apoyar, aprobar, promover buenos proyectos del Gobierno, pero autónoma porque haremos la constante fiscalización de sus políticas. Como resaltamos buenos nombres en el gabinete, buena gente técnica, también vemos en la representación gremial como MinDefensa o MinHacienda, ¡el mismo uribismo 2002, pero en empaque diferente!
Jorge Enrique Robledo me decía que Duque revivió al Frente Nacional y que por eso la oposición se debe unir y hacer acuerdos, ¿opina igual?
Lo primero, resaltando lo que dice el senador Robledo, es que hay una paradoja. El presidente más joven está apoyado por la clase política más tradicional y los que han gobernado siempre. Todo ese mensaje de supuesta juventud y frescura es una falacia, porque cambia el rostro, pero no las políticas de fondo.
Sobre lo segundo, nosotros en el Partido Verde nos identificamos como centro, con matices. Hay unos de izquierda y otros que no. Lo que haremos es interlocutar, trabajar en algunos temas con las otras bancadas de oposición, pero hay que dejar claro que cada loro en su estaca. Hay que cooperar para algunos proyectos. Habrá fraternidad, comunicación amable, pero nos diferenciaremos.
¿Le gustó el estatuto de la oposición?
Es un estatuto modesto. Un avance que celebramos, pero sí es bien modesto. Para dar un ejemplo: habrá tres oportunidades en cada legislatura para que la oposición brinde el orden del día, eso es una novedad y es valioso porque en otras ocasiones uno depende de las relaciones para que le agenden un debate de control político, pero propone medidas que no son la gran revolución, medidas útiles, pero a las que les falta.
Se habla mucho del que sería el líder de la oposición, ¿qué piensa usted de eso?
Se trata de emular mucho al caudillo en Colombia… Ahora piensan en la idea de un líder de oposición y detrás borreguitos que lo siguen, pero son sectores políticos muy diferentes que no tienen miedo de coincidir cuando haya que coincidir. Y pues no, no podemos seguir alimentando la lógica del caudillo. Es en el uribismo en donde hay un líder de la derecha y una gente que lo sigue. Aquí hay varias personalidades distintas y qué bueno que haya varias opciones de liderazgos.
¿Qué viene para el Partido Verde y la Coalición Colombia que crearon con Robledo y con Sergio Fajardo?
Viene 2019. Estamos en la obligación de promover nuevos liderazgos locales, promover nuevas caras en la política con criterio, con carácter, con formación, que defiendan el interés público y sus comunidades, y tenemos que hacerlo con toda la organización y respeto posible. Esto lo tenemos que hacer en todo el país con los concejos municipales, hasta las gobernaciones.
Tenemos que tener criterio y no dejar que se nos cuelen algunos que ven la popularidad que tenemos por lo que conseguimos en las pasadas elecciones y se quieran aprovechar de eso.
Las elecciones nos demostraron que juntos somos más poderosos y así actuaremos. Juntos.
Es inevitable preguntarle por Bogotá, que es territorio verde, ¿a qué le apuntan en la capital?
En 2019 tenemos que actuar con mucha madurez en temas de selección de candidatos. Hay que abrir puentes y alianzas con otros sectores. Por ejemplo, en la costa Atlántica somos muy frágiles, pero la izquierda es muy fuerte. El mismo Petro lo demostró. Sin embargo en el Eje Cafetero somos muy fuertes… entonces creo que la estrategia razonable es que en donde son fuertes ellos y aspiren ellos se hagan alianzas, y en donde seamos fuertes nosotros vayamos nosotros.
En Bogotá, el Partido Verde ganó en las pasadas elecciones. Tenemos un liderato indiscutible como partido de centro. Elegimos cuatro representantes a la Cámara. Aquí hay que actuar con madurez. Es necesario que los sectores alternativos consolidemos una candidatura única, sabiendo que somos distintos, pero construyendo un programa común.
¿Qué proyectos personales tiene para esta legislatura?
Yo tengo claro que quiero darle duro a mi proyecto para ayudar a los contratistas, que se han vuelto los esclavos modernos. Tengo un proyecto para mejorar la calidad del aire, varios temas ambientales. Quiero radicar esta vez un proyecto sobre salud sexual y reproductiva. Quiero trabajar en el proyecto de reformular unas normas para las etiquetas de las comidas procesadas. Hay mucho por hacer.
¿Qué piensa de la situación de Álvaro Uribe y cómo se va a relacionar este escándalo de compra de testigos?
Hay un hecho inédito y es que se eligió al presidente con menos experiencia de todos los que hemos tenido. A esto se suma que el que le marca a él la agenda es un expresidente que trabaja en el Congreso. Yo quisiera que Duque gobernara con agenda propia, pero esto no va a ser así. Sobre el episodio reciente: llevamos 10 días hablando del problema que se gestó en redes sociales de una renuncia, y estamos agrediendo y desprestigiando la justicia.
Aquí perdió el país completo. El senador Uribe armó una causa política para su defensa que yo lamento. Me gustaría que la Corte no vuelva a filtrar información y que la defensa deje de hacer escándalos mediáticos.
¿Qué opinión tiene sobre el nuevo gabinete de ministros?
Hay gente muy buena. Hay gente que conozco y que es buena, pero la mitad del gabinete viene de los gremios y veo el peligro de que terminen gobernando para los intereses de empresarios y privados. Eso no es malo, pero lo que más necesitamos es accionar y defender los intereses de la gente y de lo público.