Jesse y Michelle Rusk, una pareja de turistas proveniente de Chicago, y sus padres John y Norma, que vinieron a pasar unos días con su familia colombiana en Cartagena.
Tomaron un barco para hacer un tour por las Islas del Rosario hasta que llegaron a la playa Agua Azul, allí el capitán del bote les dijo que había un espacio para almorzar.
Pese a que llevaron su propia comida, los nativos les insistieron en que les llevarían una mesa y unas sillas para que se sentaran y también consumieron cuatro cervezas que habían concertado en pagar por 32 mil pesos.
Cuando se iban a ir les dijeron que debían también 100 mil pesos por el uso de la mesa y las sillas, pues no habían consumido almuerzo, cuando nunca habían sido informados de esos costos.
«Las cuatro cervezas nos salieron por 100 mil pesos, más el mal rato que borró un día muy lindo con toda la familia», comentó Claudia Pérez, al diario El Universal, quién además agregó que “los nativos estuvieron fumando marihuana todo el tiempo, sin importar que hubiera niños cerca. Esta no es la imagen que no queremos que se lleven los turistas que vienen a Cartagena», concluyó.