Una carta firmada por dos mil médicos colombianos exige al Gobierno tener en cuenta las consecuencias para la salud que trae el fracking. En el país solo se han discutido los problemas sísmicos, ambientales y geomecánicos de esta técnica de extracción de petróleo, pero no los de la salud pública, y esta es la finalidad que tiene esta iniciativa: generar un debate en torno a este tema. Además, el documento exige que se declare la moratoria al fracturamiento hidráulico no convencional en Colombia.
La misiva, que fue radicada el 30 de abril del 2018, ha sido respondida por los ministros de Minas y Energía, de Salud y de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, quienes la han declarado “con fines pertinentes”.
PUBLIMETRO habló con el precursor de esta iniciativa, el galeno Camilo Prieto, quien actualmente también es director de la ONG Movimiento Ambientalista Colombiano, para aclarar lo que dicen las investigaciones que tienen como argumento para hacer pública esta petición.
¿Por qué considera importante hacer esta movilización?
Nosotros queremos mediante este acto mostrar que el gremio médico no es ajeno a la realidad ambiental del país y que somos conscientes de que en este momento la degradación ambiental le está costando al sistema de salud 20 billones de pesos al año, según la Dirección Nacional de Planeación. Por eso decidimos realizar un proceso de búsqueda académica – esto no es una apuesta ideológica, es una apuesta política – para generar insumos que enriquezcan la discusión sobre la producción energética del país.
¿20 billones de pesos?
Estos es un estudio de la Dirección Nacional de Planeación que evaluó cuánto le está costando al sistema de salud las enfermedades relacionadas con la degradación ambiental. Son dos cifras. 20 billones de pesos es el total del gasto y de esos, 15 están relacionados con el deterioro de la calidad del aire, este es el grueso del problema.
¿Y qué es lo que está contaminando el aire? Pues la manera como nos movemos, como usamos la energía y la fuente de la cual proviene. Cuando hicimos la revisión de la literatura médica disponible encontramos más de 700 grupos de investigación alrededor del mundo que está trabajando en estos temas y 685 estudios de los cuales el 84% señalaron altos riesgos del ‘fracking’ para la salud pública y un 87% evidencian un deterioro de la calidad del aire. Estamos hablando de las poblaciones que viven cerca de las áreas de explotación.
¿Cuáles son las principales enfermedades que produce el ‘fracking’?
Las tres enfermedades que hemos encontrado obedecen a tres grupos que son el incremento de las enfermedades respiratorias, el aumento de número de partos pre termino y las alteraciones endocrinológicas. (…) Hay que aclarar que estos estudios revisaron a especialistas en salud pública y epidemiología. Nos tomamos la tarea juiciosos para no hablar de uno ni de tres estudios sino de más de 700. Un 84 por ciento dicen que es un riesgo para la salud humana y el 16% dice que no se puede afirmar que sea seguro ni que sea riesgoso. Están en un estado de incertidumbre.
¿En qué etapas del ‘fracking’ o en qué momentos se generan los mayores riesgos?
Una conclusión general de los estudios es que esto es multicausal. Puede ser dado por deterioro de la calidad del aire, por la movilización de camiones alrededor de los pozos, también por sustancias que se utilicen en la técnica y también por fallas en su aplicación. No hay una única razón a la que se le pueda acuñar la explicación.
¿Por qué es importante el tema de las aguas residuales en este asunto?
Hasta donde están los términos de referencia el Ministerio de Ambiente en Colombia no permite el tratamiento de las aguas residuales del Fracking, sino solamente la reinyección. A nosotros no nos tienen satisfechos los términos de referencia que ha establecido el Gobierno para las aguas residuales. (…) Con las aguas residuales en esta técnica uno puede hacer varias cosas: se pueden tratar para verterlas de manera segura (aunque la realidad es que eso es carísimo), también se pueden hacer piscinas y también se pueden hacer reinyecciones que es lo que está autorizando en Gobierno colombiano. Esos procesos de reinyección el Ministerio de Ambiente todavía no ha decidido de manera precisa como protocolizarlos, porque eso no se puede hacer de cualquier manera.
¿Cómo ve el ‘fracking’ en términos de desarrollo para Colombia vs sus hallazgos?
Cuando planteamos la ecuación riesgo beneficio podemos encontrar que dentro de los beneficios está aumentar las reservas de gas y petróleo del país, pero la ganancia a expensas del costo ambiental y la salud pública superan en demasía ese supuesto beneficio. Por eso hemos solicitado la formulación de una política pública en Colombia que nos permita transitar hacia las energías renovables.
Frases:
- Dentro de los estudios que nosotros revisamos no existe uno solo que demuestre que el ‘fraking’ es seguro para la salud humana. No hemos encontrado, lo cual no quiere decir que no exista.
- Nosotros confiamos en el profesionalismo y en la ética de los ingenieros colombianos. Por eso es que queremos aportar al debate. No queremos que esto se interprete como un ataque (…) Lamentablemente en Colombia muchas veces las discusiones no prosperan porque se toman de manera personal y no comprendemos que todos estamos jalando para el mismo lado. Yo tengo muy claro que el horizonte ético de un ingeniero de petróleos no es la destrucción. Sabemos que ellos van a tomar los estudios con la mayor rigurosidad.
- Estos estudios han impulsado a que otros países como Francia, Escocia, Bulgaria, Sudáfrica y estados de Australia y Nueva York (Estados Unidos) hayan tomado la determinación de frenar la utilización de esta técnica. Es decir que esto no es un invento nuestro. Con esto nosotros pretendemos contribuir a la discusión académica en torno a los efectos que genera sobre la salud humana la producción energética en Colombia. No queremos nutrir un debate ideológico sino académico, que es un escenario distinto.