El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley, dijo hoy a Efe que la ONU se propone diseñar un plan para ayudar a Colombia a enfrentar la llegada de miles de venezolanos que huyen de la «catástrofe» de su país, el cual se presentará a donantes mundiales para que lo apoyen.
Beasley, quien participa en Panamá en una reunión regional del Programa Mundial de Alimentos, señaló en una entrevista con Efe que entre los donantes mundiales a los que apelará están Estados Unidos, Suecia, Canadá, la Unión Europea y Corea del Sur.
El director del principal organismo mundial de asistencia alimentaria detalló que este domingo llegará a Colombia para reunirse con altos representantes del Ejecutivo y visitar la ciudad de Cúcuta, fronteriza con Venezuela y a la que cada día arriban miles de nacionales de ese país en busca de alimentos y medicinas.
«Estaremos en Cúcuta para presenciar de primera mano qué es lo que está sucediendo (…) lo que planeo hacer es verlo (la situación) de primera mano, armar un plan con el gobierno de Colombia, y después acudir a los mayores donantes para ver qué podemos hacer para ayudar a la gente inocente, que están hambrientos», dijo Beasley.
De acuerdo con cifras colombianas, alrededor de 35.000 personas pasan diariamente de la venezolana ciudad de San Antonio del Táchira a Cúcuta para poder suplir la escasez de alimentos, medicamentos y otros productos de primera necesidad que sufren en Venezuela, un país hundido en una prolongada crisis política y económica.
Al menos 550.000 se han instalado definitivamente en Colombia, que comenzó en febrero pasado a aplicar medidas migratorias en Cúcuta, como la obligación de sellar el pasaporte y la creación de un grupo especial que tendrá responsabilidades como «garantizar respeto del espacio público».
La continua llegada de persona procedentes de Venezuela con grandes necesidades básicas «no es justo para la gente de Colombia», dijo Beasley, y explicó que el plan que se pretende diseñar se enmarca en la respuesta de la «comunidad internacional para ayudar atacar el problema resultado de la migración masiva de venezolanos» al país andino.
Durante una visita a Bogotá en enero pasado, el secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó que el organismo multilateral estaba dispuesto a «movilizar apoyos internacionales» para que Colombia afronte la llegada masiva de venezolanos.
«Será bienvenida cualquier ayuda», dijo entonces el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y afirmó que para su país y la región la crisis de Venezuela «tiene enormes repercusiones» y la ONU «puede aportar experiencia a esta crisis humanitaria».
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, negó el pasado 15 de febrero que la otrora «Venezuela saudita», que por su inmensa riqueza petrolera fue destino de centenares de miles de migrantes de países suramericanos y europeos, registre ahora un «éxodo masivo» de sus ciudadanos.
«Hay laboratorios mediáticos que tratan de presentar una situación que ya han aplicado a otros países (…) Efectivamente hay un grupo de venezolanos que se han visto afectados por esta campaña. Algunos se han visto tentados a salir del país», dijo Maduro en una rueda de prensa.
Pero para el director del Programa Mundial de Alimentos «obviamente miles de personas están dejando Venezuela, así que lo que está sucediendo en la región es horrible».
«El Gobierno de Venezuela puede negar todo lo que quiera, pero hay una crisis, la gente está sufriendo, de otra forma no estuvieran dejando el país (…) puedes enterrar la cabeza todo lo que quieras, pero no puedes negar la verdad, es una catástrofe», sostuvo el alto funcionario de las Naciones Unidas.
Beasley resaltó la total disposición del PMA de ayudar a Venezuela, pero recalcó que para ello necesita que el Gobierno se lo permita.
«No podemos entrar a cualquier país sin que el Gobierno lo permita. Estamos tratando, estamos hablando con el Gobierno, estamos preguntando, pero hasta ahora no se nos está permitido. Tenemos la esperanza de que podemos ser parte de la solución para evitar que los niños pasen hambre», añadió.