En una carta publicada hoy en la web del diario boliviano El Deber, Castedo, técnica de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA), sostuvo que después del accidente de la aeronave fue «sometida a hostigamiento y presiones» por parte de sus superiores.
El 29 de noviembre, tras el accidente ocurrido la noche anterior cerca de Medellín, «es cuando se inicia todo, ordenándome modificar el contenido del informe que horas antes mi persona había presentado por vía interna, en el que se detallaba las 5 observaciones que realicé al plan de vuelo de la línea Lamia», señaló Castedo.
En el accidente murieron 71 de 77 pasajeros, entre ellos casi toda la plantilla del club brasileño Chapecoense.
En la carta, la técnica, que ingresó en Brasil alegando que no confía en la Justicia de Bolivia, especificó que las competencias para autorizar vuelos no son ni de ella, ni de la institución en la que trabajaba, sino de la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Asimismo, dijo que el hecho de que haya constancia de que recibió el plan de vuelo no significa que lo aprobase.
«El sello y mi firma estampada en el citado Plan de Vuelo representan un protocolo de recepción del documento y, por tanto, bajo ninguna circunstancia significa aprobación o autorización a una aeronave para la realización de un vuelo», señaló en el comunicado.
Castedo presentó cinco observaciones al plan de vuelo y las reportó en tres ocasiones a la compañía aeronáutica, la primera dos horas antes del despegue y la última veinte minutos antes.
Reiteró que llamó la atención sobre la autonomía de vuelo de la aeronave, que se estrelló antes de llegar a Medellín supuestamente por falta de combustible, según las primeras investigaciones.
En su texto, Castedo específica que avisó a la compañía aérea de los problemas del plan de vuelo porque ellos eran los responsables de corregirlas, pero no queda claro si alertó en ese momento de los problemas detectados a sus superiores de AASANA antes de que el vuelo despegase.
El Gobierno ha señalado que Castedo presentó el informe con observaciones después del accidente e insistió en que su obligación era reportar sus cuestionamientos y rechazar el plan de vuelo.
Castedo también afirmó que el 2 de diciembre AASANA la sometió a una audiencia de declaración informativa sin permitirle tener un abogado presente y cuatro horas después el director regional del ente, Rubén Marcelo Chávez, presentó una querella criminal contra ella.
La técnica considera que se violaron sus derechos constitucionales, su presunción de inocencia y el derecho al debido proceso, y alegó que por ello está tramitando una petición de asilo en Brasil.
AASANA suspendió a su empleada el 30 de noviembre y la denunció ante la Fiscalía de Santa Cruz (este), desde donde despegó el avión, el viernes 2 de diciembre por no avisar a sus superiores de las cinco observaciones que realizó al vuelo, entre ellas la constatación de que la autonomía de vuelo era igual al trayecto.