Unos 50 actores recrearon hoy en Medellín la pasión y crucifixión de Jesús como parte de una tradición que se ha mantenido por 26 años durante la Semana Santa.
El recorrido por el barrio Villa del Socorro, ubicado en la Comuna 2 de Medellín, tuvo como preámbulo el grito enardecido de «crucifíquenlo, crucifíquenlo», la imagen de Poncio Pilato cuando se lava las manos y la sentencia de Jesús.
Con la compañía de más de mil fieles fueron recreadas durante el Viernes Santo las escenas más significativas del viacrucis, que incluyó las tres caídas de Jesús en su camino a El Calvario, los azotes de los soldados romanos, el encuentro con la Virgen María y la crucifixión.
Édgar Zapata, director del grupo de teatro Algarada, le dijo a Efe que esta puesta en escena permite alejar a los jóvenes de la violencia y malas prácticas, además de mantener viva las tradiciones religiosas y la fe.
«La idea es mantener viva esta tradición, resaltar los valores católicos y evitar que jóvenes tomen vicios o se acerquen a cosas negativas», expresó Zapata.
En 1990 fue fundado este grupo actoral, bajo la guía de la parroquia San Martín de Porres y por la inspiración de la religiosa María del Carmen Escobar, quien por cuenta de la violencia que afectó a esta ciudad debió abandonar el país.
«La hermana Carmelo, como es conocida, fue amenazada por grupos armados y me dejó las llaves de este grupo hace 25 años», relató.
Durante los dos kilómetros que duró el recorrido, la seriedad de los jóvenes actores conmovió a los asistentes que con cruces en mano se compenetraron con los actos litúrgicos y reflexionaron con el padecimiento de Jesús.
«Las escenas son cada vez más serias y convincentes; le llegan más a la gente», agregó Zapata.
Este viacrucis de Cristo recreado sirvió también para que el padre Carlos Mario Espinoza indicara a los peregrinos en cada estación que «la cruz simboliza la vida y la muerte de los pecados» y pidiera por el futuro de Colombia.
«Le pedimos a Jesucristo que ayude al presidente (Juan Manuel) Santos a buscar finalmente la paz de nuestro país», sostuvo el sacerdote.
Uno de los actores, Yeison Pérez de 19 años, le comentó a Efe que esta dramatización es tan real que en las tres ocasiones en las que ha interpretado a Jesús ha tenido que soportar una cruz de 70 kilogramos y sufrir «latigazos de verdad».
Esa representación «la tomé como una penitencia; es una experiencia muy bonita y fuerte. En medio del viacrucis lloro y siento que estoy viviendo eso de verdad», relató Pérez.
Agregó que cada año los fieles «esperan cosas nuevas» y eso le ha permitido interpretar también personajes como un leproso, Juan, Judas y al propio Poncio Pilato.
«Es muy significativo ver a todo el mundo trabajando por el viacrucis y ver con esta representación gráfica que la gente que asiste entiende mejor el evangelio», puntualizó.
El viacrucis hace parte de la celebración de la Semana Santa en Colombia, y particularmente en Medellín se ha conservado por más de dos décadas la tradición de recrearlo con grupos de teatro como Algarada y el de la iglesia El Inmaculado Corazón de María, en el barrio Robledo Miramar.