En los últimos años la alimentación se ha convertido en un tema importante para todos, la información sobre los beneficios y los tabúes de los diferentes alimentos invaden a todos pues cada día existe más preocupación por la composición y procedencia de lo que comen.
José Miguel Mulet, bioquímico y profesor de biotecnología en la Universidad de Valencia y quien está lanzado su libro Transgénicos sin miedo visitó Colombia para hablar sobre sus publicaciones e investigaciones de carácter científico en las que desmitifica algunas creencias de la cultura occidental en materia de salud y alimentación.
¿Qué son los alimentos transgénicos?
Pues muy fácil, es aquel que contiene un determinado porcentaje de sus componentes que viene de un organismo transgénico y éste es aquel que tiene un trozo de ADN que proviene de otro organismo y que se ha metido ahí por técnicas de ingeniería genética. Insisto en esto, porque todo lo que comemos son animales y plantas que se han modificado, que se han seleccionado y se han procesado, aquí lo único que cambia no es el alimento en sí sino la técnica que se ha utilizado para obtenerlo.
¿Qué lo llevó a dedicarse por la ciencia?
Debo decir que toda la vida quise ser médico, pero de esos que se dedican a la investigación. Y por eso fue por lo que al final estudié química. De hecho, cuando estaba pequeño quería ser lo que estoy haciendo ahora, que es estar en un laboratorio realizando experimentos.
¿Desde hace cuántos años se viene estudiando sobre los transgénicos?
La tecnología existe desde los años 80’s y los primeros alimentos de estos que llegaron al mercado fue a principios de los 90’s.
¿Cuáles fueron los primeros productos en llegar?
Los primeros que llegaron a nivel de alimentación (pues esta tecnología también se utiliza para medicina) fueron el maíz y la soya, además de unos tomates que a nivel comercial no tuvieron demasiado éxito y fueron retirados.
¿Cuál cree usted que son los retos más importantes que tiene por delante la humanidad en materia de alimentación?
Somos 7.000 millones de personas y una parte está pasando hambre, eso no quiere decir que no se haya adelantado nada, en los años 50’s éramos 4.000 millones personas y 1.000 pasaban hambre es decir, que al día de hoy está comiendo mucha más gente que en cualquier momento de la historia, sin embargo queda gente que pasa hambre.
Y a veces pasar hambre no solamente es no ingerir las calorías adecuadas sino, no tener acceso a una dieta equilibrada, por ejemplo, en muchos países se alimentan básicamente de un alimento como puede ser arroz que no es un alimento completo, entonces tienen un montón de problemas de salud que son derivados de la falta de vitaminas, entonces el objetivo es tener más y mejor comida.
¿Cree que es ese precisamente el trabajo de la ciencia?
De hecho lo estamos haciendo, cada vez hay más variedades enriquecidas en nutrientes como el arroz dorado y otros productos que van encaminados a que la gente consuma más y mejor.
¿Por qué cree entonces que es un tema tan polémico?
Por una confluencia de circunstancias, el origen del miedo a los transgénicos que es europeo y luego se exportó a Iberoamérica y que no existe por ejemplo en Asia y que existe muy poco en Estados Unidos, viene porque la primera empresa que tuvo un transgénico listo para salir al mercado fue Monsanto. Viene porque las organizaciones ecologistas necesitaban algún motivo para movilizar a la gente porque las campañas clásicas como las de las ballenas o la de la energía nuclear ya estaban agotadas y la gente no puede estar recibiendo el mismo mensaje toda la vida.
También viene porque en el momento en el que empezó el ruido mediático con todos los transgénicos las empresas europeas que desde el punto tecnológico no podían competir con Monsanto, vieron con buenos ojos que la Unión Europea promulgara leyes bloqueando esta tecnología porque en cierta forma lo que estaban haciendo era proteger su mercado.
Y luego viene también por la crisis de las vacas locas a finales de los 90’s que coincide con el inicio de esta tecnología y que hizo que la gente se asustara mucho con los temas de la alimentación y esta crisis que no tuvo nada que ver con los transgénicos fue aprovechada para meter el miedo en eso, miedo que por cierto cada vez es menor y que desde mi perspectiva las propias organizaciones ecologistas cada vez se lo creen menos.
¿Una buena alimentación es sinónimo de buena salud?
La buena alimentación definitivamente es algo determinante para prevenir enfermedades como la diabetes o los accidentes cardiovasculares, pero no olvidemos, un factor entre tantos otros. Entonces, una vez aparece la enfermedad, esta no se va a curar solo con una buena alimentación.
¿Cómo recibe las críticas en redes sociales?
Yo recibo todo el tiempo comentarios y cosas feas por redes sociales pero seria muy triste que tuviera que dejarlas porque me dicen cosas feas, a la final no ofende quien quiere sino quien puede, es cuestión de carácter, yo prefiero no darles importancia. Dejaré de divulgar sobre los transgénicos el día que no pueda compatibilizarlo con mi trabajo académico, en el laboratorio o que me aburra, pero de momento no ha pasado.
¿Cómo cree que se puede educar a las personas en este tema?
Tratando de dar información que sea cierta y contrastable, cuando yo digo que consumir algo es seguro puedo citar artículos, estudios, entre otras cosas. En cambio, quienes dicen que algo es peligroso lo tiene complicado para argumentar su postura.