Valentina Lizcano, la actriz que se hizo famosa por sus personajes en varias películas como Aquí No Hay Quien Viva, Los Victorinos y Dulce Amor, se ha caracterizado por impulsar la belleza natural, pues quiere enviarle un mensaje a todas las mujeres, sobre todo a aquellas que ya son madres .
Y tiene sus motivos: en el inicio de su carrera, la actriz se mandó poner prótesis en sus senos. «En un momento me puse unas cosas grandísimas porque no quedé en un personaje por no tener unas puchecas grandes», le contó en su momento al diario El Universal de Cartagena.
Hubo dos problemas con las prótesis implantadas: hacían parte de los implantes PIP, los cuales habían provocado graves daños a sus usuarias, y la actriz se arrepintió de «llenar los estereotipos» de mujeres con cuerpos voluptuosos. Así que decidió reducirse sus senos.
En la operación de reducción, Lizcano perdió varios de los conductos que permiten generar leche materna, por lo que debió dejar de lactar a su hijo Salvador luego de tres meses. Al mismo tiempo, se convirtió en una embajadora del estilo de vida saludable.
Ella comparte sus rutinas de ejercicio en su cuenta en Instagram, en donde da tips de buenos hábitos de vida y promueve #sanalocura, un movimiento creado por ella que la ha llevado a obtener resultados físicos increíbles.
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