Perú regresó al primer mundo del fútbol y tras 36 años de ayuno estará de nuevo en un mundial. Se ha sabido siempre, sus jugadores tienen una capacidad técnica excepcional, pero han naufragado en los mares de la indisciplina, el poco profesionalismo y el desorden administrativo de su federación, sus clubes y su fútbol. Iban de tumbo en tumbo los incas, pero de nuevo están en la fiesta más importante del balón. Los 31 millones de habitantes celebraron con el alma y el corazón en la mano, y lo celebramos nosotros, los que sentimos un cariño especial por ellos. Perú, más allá de Rusia, tiene muchas cosas que hay que resaltar, copiar y ver en ese país.
Fuera de la nostalgia que nos acompaña por los años de “perubólica” que vivimos al son de Panamericana, la gran cadena peruana, y otros canales (cabe anotar que desde hace muchos años tienen siete canales privados y cuatro públicos) y por programas como Risas y salsa, entre otros, y ver las películas de Van Damme o Retroceder nunca, rendirse jamás I, II, III, IV, V y hasta X si existiera, el Perú que conocimos ahí, hoy es otro.
Tuve la oportunidad de hablar con un representante de Prom Perú, entidad que “se creó para desarrollar estrategias para posicionar una imagen integrada y atractiva del Perú que permita fomentar el turismo interno y promoverlo ante el mundo como un destino privilegiado para el turismo receptivo y las inversiones. Igualmente, tiene como función la promoción de las exportaciones que realiza este país”. Me dijo que los peruanos saben que su televisión trascendió fronteras y creó “logias” de seguidores de muchos programas, pero que esos mismos estereotipos, con el tiempo, se volvieron nocivos para la imagen del país. Por ejemplo, los programas de Laura Bozzo (Laura en América) para muchos peruanos son motivo de rubor. Esa “pornomiseria” llevada al extremo es una de las razones del replantear estrategias para cambiar la imagen del país. Y sí, ese fantasma sigue flotando, pero sin duda se ha posicionado por encima de él la imagen de un Perú muy atractivo como destino turístico y como potencia gastronómica mundial.
Ahora, dentro del marco de su economía y su progreso, afirma el periódico económico Gestión que: “El Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep), de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), estimó que la economía peruana alcanzaría un crecimiento económico de 2,6% en 2017 y 3,5% en 2018. En 2017, por segundo año consecutivo, las exportaciones serán el motor del crecimiento”. Adicional a esto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento del PBI de 4,3% para 2017 y ubica a Perú por encima de las demás economías de Suramérica. Y, para rematar, según la Universidad de Lima, Perú es, en la actualidad, el líder de Latinoamérica en crecimiento exportador y las exportaciones aumentaron 565% durante la última década.
Datos tangibles al alcance de Google. Pero hay más. Los peruanos tenían una fama bien ganada de ser los reyes de la impuntualidad. Pues bien, hace 10 años iniciaron la campaña ‘Perú, la hora sin demora’, y hoy la situación es de mucho cumplimiento. El incumplimiento es uno de los principales síntomas del subdesarrollo.
Y hay más. Su infraestructura en autopistas de última generación respalda su progreso y ha potenciado su fortaleza en turismo. Tienen obras como el túnel trasandino de Olmos o el sistema de tren eléctrico o metro de Lima. Sí, allá la capital se lo propuso y ya tiene un sistema de transporte masivo moderno y eficiente.
¿Y qué decir de lo que vimos en el partido ante Nueva Zelanda? El Estadio Nacional de Lima puede ser o es uno de los más bellos del continente. Luce imponente, moderno y organizado con sus palcos. Ya el tema del apoyo de sus hinchas da para otra columna, pero no sobra decir que allá es una caldera, y acá, es farándula y selfies.
Perú no es Noruega o Suecia. Es claro que tiene muchos problemas de nuestro tercer mundo. Allá también hay corrupción, hay atraso en muchos frentes, pero dan muestras de progreso que hay que copiar. Allá un presidente fue corrupto y está preso, allá el líder del grupo guerrillero más sanguinario paga una pena de cadena perpetua. Son muestras que denotan que son una sociedad que va más allá de Laura en América. ¡Bienvenido, Perú, al Mundial de Rusia 2018!