En una carrera política que incluye un periodo como concejal entre 2012 y 2015 y una candidatura a la Alcaldía de Cali ese último año, Michel Maya hace parte del grupo de quienes esperan reemplazar a Armitage a partir del 2019. Esta vez, sin embargo, no lo hará como miembro del partido Alianza Verde sino con un movimiento independiente y avalado por firmas.
Maya es caleño, tiene 38 años y en las pasadas contiendas electorales quedó en cuarto lugar con el 3,3% de los votos, después de Maurice Armitage, Roberto Ortiz y Angelino Garzón. En entrevista con PUBLIMETRO, el precandidato habló sobre sus propuestas preliminares y el encuentro de fuerzas políticas que planea generar para sacar a Cali del atraso.
Lea también: Concejales, ‘quemados’ y nuevas caras: estos son los aspirantes la Alcaldía de Cali
¿Renunció a la Alianza Verde porque el partido va a apoyar a Jorge Iván Ospina?
Renuncié porque no tiene sentido que un partido que lidera la lucha contra la corrupción tenga como presidente a alguien con 12 procesos en la Corte Suprema de Justicia y varios escándalos. Aunque esto se conoce hace bastante tiempo, había aplazado mi salida por distintos motivos: por la candidatura a la presidencia de Claudia López, por la de Sergio Fajardo y por la consulta anticorrupción. Sin embargo, llegó un punto en el que no podía esperar más. La Alianza Verde tiene un gran problema de coherencia.
Como usted hay varios candidatos que planean inscribirse por firmas, ¿esto garantiza que son independientes?
No. Lo que sucede es que muchas veces juegan con la gente: se presentan por firmas, como una opción independiente, y resulta que no lo son. Fue el caso de Jorge Iván Ospina, que tenía el apoyo de Juan Carlos Martínez. O de Rodrigo Guerrero y Maurice Armitage, que tenían el apoyo de la clase política. Es claro que los ciudadanos están buscando otras opciones porque los partidos no los representan. Esta crisis de institucionalidad se vive a nivel nacional.
¿Qué diferencias hay entre su candidatura del 2015 y la de ahora?
Para ser sincero, es lo mismo que vengo diciendo desde hace 10 años en Cali. Yo creo que la ciudad está estancada y que reacciona ante las crisis sin resolver los problemas de fondo. Lo único novedoso, además de proponer una lista por firmas al Concejo, es que mi equipo y yo queremos impulsar un encuentro de distintas fuerzas políticas independientes y alternativas para lograr un proceso conjunto. Así como otras ciudades, Cali está absolutamente dividida. Para poder reducir ese fraccionamiento necesitamos un encuentro en la ciudad.
¿Cómo podría lograr ese encuentro?
Venimos proponiendo un gran proceso de consulta entre distintas fuerzas que nos lleve a encontrar una candidatura única luego de un camino que incluya encuestas, votaciones populares aparte de las de la Registraduría y un colegio electoral que permita que distintas visiones de ciudad se encuentren en una gran visión. Si nos alejamos del populismo y del mesianismo, creo que podemos definir quién sería el candidato de este encuentro de múltiples opciones.
Usted ha criticado bastante el gobierno de Armitage, ¿cuál cree que es la principal falencia?
El problema más grande es que no tiene un norte definido. Sucede lo mismo con la seguridad: no existe una política clara, entonces se hacen grandes anuncios sin acciones concretas. Si bien se han reducido las muertes violentas, lo que más impacta a los ciudadanos son delitos como el hurto de celulares, carros, motos y viviendas. Esta es una administración reactiva que nunca ha tenido una política de seguridad y responde solo ante las problemáticas. La solución a los problemas de seguridad no es solo la generación de empleo. Se necesitan otro tipo de medidas.
Tenemos un problema con el microtráfico, ligado a la posición geográfica de Cali…
Para combatir esto es fundamental establecer un plan de choque real. Es necesario declararle la guerra a la criminalidad y a la violencia, algo que parece elemental pero que aún no se ha hecho en Cali. ¿Cómo se logra? Con políticas y medidas que permitan atacar estas situaciones.
¿Cree que el MIO va por buen camino para superar la crisis?
El ‘pecado original’ es que el sistema quedó mal diseñado. No por Metro Cali, que hizo el mejor diseño de Colombia, sino en la implementación: arrancó por la calle 5 cuando el inicio debió haber sido por el oriente. Ese pecado lleva a que la mitad de los usuarios que deberían usar el MIO prefieran la moto y no vayan a volver al sistema. Por otra parte, veo que esta administración ha hecho un gran esfuerzo para tratar de solucionar el problema financiero del MIO. Soy escéptico y no creo que los planes de salvamento vayan a resolver el asunto de fondo.
¿Le apostaría al tren de cercanías?
Cali se está adecuando para ser distrito especial, aunque necesitamos primero un área metropolitana en la que nos articulemos con Candelaria, Jamundí, Palmira, Yumbo y el norte del Cauca. El tren es una necesidad, pero si lo amarramos al MIO nunca lo vamos a lograr. Me explico: si este desarrollo se conecta al MIO nace muerto porque no tenemos recursos. Hay que terminar los estudios que existen sobre el tren ligero para llevarlos a la nación y que este proyecto quede incluido en el Plan Nacional de Desarrollo.
La Alcaldía de Maurice Armitage ha destinado el 60% de los recursos de libre inversión en la educación, ¿seguiría por esa línea?
Yo soy de la escuela que invita a construir sobre lo construido. Todo ese plan de inversión que se hizo hay que profundizarlo. Le haría cambios porque vale la pena trabajar más el tema de calidad educativa y no solo el de infraestructura física. También tenemos que fortalecer la educación superior con un programa de becas y de incentivos para que los jóvenes tengan mayores posibilidades de ingresar a la educación superior cuando terminen el bachillerato.
¿En qué consiste la reforma al Concejo que sugiere?
El Concejo es la junta directiva de la ciudad y por ahí pasan muchas de las decisiones que se toman. En ese sentido, necesitamos que esté mucho más conectado con la ciudadanía, que tenga personas nuevas. Hemos investigado y existe la posibilidad de lograr una mejor remuneración para los concejales en la figura de Cali como distrito especial. No sería un aumento significativo, pero les puede mejorar los ingresos para tener una mejor junta directiva.
¿Contempla alianzas con otros precandidatos?
He hablado con algunos, pero hasta ahora no hay nada concreto. Cali es una ciudad fraccionada que tiene un problema de confianza entre la gente, aún más en la política. Normalmente las alianzas se hacen en términos burocráticos o económicos. Creo que debemos ir más allá del simple cálculo político electoral y buscar espacios de encuentro. Soy optimista y espero que algo de esto pueda suceder. Como ya lo he dicho, Cali necesita un encuentro de fuerzas.
¿Tiene alguna fórmula para la Gobernación?
No. Estoy totalmente volcado al tema de Cali y hasta ahora no he pensado en Gobernación. Esto puede terminar generando distancias y distrayéndonos del objetivo. Lo que sí es cierto es que debemos lograr una muy buena alianza con el gobierno departamental.
¿Cuál es su mayor rival?
En estos momentos veo con mucha fuerza a Roberto Ortiz. Viene trabajando de manera insistente, invirtiendo muchos recursos, haciendo una labor en las comunas con regalos y dádivas. Diría que es el candidato más fuerte.