Con el objetivo de minimizar la producción de gases de efecto invernadero que aceleran el calentamiento global, la Incubadora Santander y su marca Huevos Kikes estrenó una planta de generación de energía a partir del excremento de las gallinas.
Este avance tecnológico es el primero de cinco biodigestores que van a construirse en dos plantas de producción de huevo comercial ubicadas en Caloto, departamento del Cauca. Con las 600 toneladas de gallinaza que estas plantas podrán procesar diariamente se producirá la energía suficiente para el funcionamiento de ambas y quedará un excedente que será entregado al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Pero, ¿cómo es que a partir de un excremento se obtiene energía capaz de poner a funcionar maquinaria pesada? La gallinaza, cuyo destino actual es un relleno donde tras un largo y complejo proceso se convierte en abono, entrará al biodigestor y se mezclará con agua.
Tras un tiempo de fermentación, los gases obtenidos pasarán a una planta que los convertirá en energía renovable. En el proceso se eliminará el 100% del gas metano que produce una fermentación orgánica. El digestado restante, o sea los residuos que quedan luego de la extracción de gases, se llevará a un tanque de almacenamiento para convertirse en abono.
Con este y otros proyectos, el valle geográfico del río Cauca aporta el 97% de la generación de energía a partir de biomasa del país y produce el 100% del bioetanol utilizado para oxigenar la gasolina que se consume en las ciudades.
Inicialmente, el agua requerida para el procedimiento se extraerá de un pozo profundo. Se espera que más adelante, el mismo biodigestor la devuelva a la tierra completamente pura para evitar desequilibrios ambientales. Un beneficio adicional de esta tecnología es que elimina los malos olores y combate la proliferación de moscas en la zona.
“Hace cuatro años, cuando empezamos a fijarnos nuevas metas para el crecimiento de la compañía, pensamos en la responsabilidad social porque la gallinaza es un generador de amoniaco que afecta al medio ambiente. Empezamos a darle la vuelta el mundo para ver qué se podía hacer, e iniciamos la construcción del biodigestor. No va a existir crecimiento en la industria si no se tiene control del tema ambiental”, dijo Juan Felipe Montoya, presidente de la compañía avícola.
Para ejecutar la primera fase de operación de la planta generadora de energía renovable, Incubadora Santander invirtió cerca de 4,5 millones de dólares que incluyeron la contratación de una compañía alemana que ha realizado más de 300 proyectos de biogás en el mundo.
La meta del gobierno colombiano es aumentar en un 6,5% la cuota de energías renovables para el año 2020. Para el 2030 se estima que la generación de bioenergía en el mundo aumente cuatro veces más que las otras fuentes.
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Además de la planta de biodigestión, Incubadora Santander estrenó otros tres proyectos que aportan al crecimiento de la industria agroindustrial y del suroccidente colombiano. El primero de estos es la ampliación de la capacidad productiva de una de sus granjas, con la que se busca producir más de dos millones de huevos al día.
El segundo proyecto, que funcionará en Puerto Tejada, consiste en la construcción de la planta de gallina procesada más moderna de Colombia, cuyo objetivo es sacar provecho de las aves que finalizan su etapa productiva. Por último, se innovará con la pasteurización de huevo líquido y huevo en cáscara, producto único en el mercado.
Para estas tres innovaciones fue necesaria una inversión cercana a los 38 millones de dólares. “Empresas como estas son aliados estratégicos de un departamento tan bello como el Cauca. Este es el testimonio de una ciudad viable y posible, en donde la inversión hace parte de una serie de acciones que necesitamos”, añadió Óscar Campo, gobernador del departamento.
La puesta en marcha de estos proyectos generó más de 430 empleos directos.