Uno de los episodios más trágicos que marcaron la historia del país, los Falsos Positivos, es el tema central de la exposición que se presenta por estos días en el Museo de Arte Contemporáneo en Bogotá (MAC).
Las fotografías de Niels Van Iperen, bajo la curaduría de Juan David Quintero, retratan el dolor de un país, pero al mismo tiempo la lucha de un grupo de madres que pide justicia y no pierde la esperanza. El fotógrafo holandés retrató los rostros y tatuajes de los familiares de los Falsos Positivos de Bogotá y Soacha, quienes en un acto de denuncia, reflexión y memoria decidieron plasmar en su piel a sus víctimas y sus símbolos, por medio de sus nombres, caras u objetos representativos.
La exposición, que se realiza hasta el 31 de julio, es a su vez un llamado a no olvidar y demostrar que por medio del grupo que formaron estas madres se lucha por la verdad y la justicia. Nunca más es pisar fuerte con carácter, firmeza, tristeza y orgullo ante las atrocidades que el Gobierno, las Fuerzas Militares y la Policía Nacional han cometido al momento de asesinar a seres humanos en condiciones deplorables, cobardes y sin ninguna justificación, comenta el Museo en la presentación de la exposición.
Nunca más retrata el tortuoso camino de los familiares y cuenta la historia de 19 jóvenes de Soacha que aparecieron muertos en Ocaña, Norte de Santander, en el año 2008. Este hecho se convirtió en el punto de partida para destapar uno de los capítulos más macabros de la historia colombiana.
Este grupo de madres llevan trabajando aproximadamente ocho años en compañía de familiares y otros colectivos que han apoyando el proceso. Sus testimonios, charlas y gritos han sido encaminados a buscar respuestas acerca de lo sucedido.
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