Se ha calculado que anualmente el SITP genera pérdidas por más de 800 mil millones de pesos, eso sin contar la cantidad de buses viejos que circulan por las calles de Bogotá bajo este nombre y la mala implementación del mismo.
El alcalde Enrique Peñalosa ha repetido en varias ocasiones que es un sistema mal diseñado y puesto en marcha por la administración anterior, y sabe que es uno de los temas que debe resolver por el bienestar del Distrito y sus ciudadanos.
Sin embargo, aún no hay un plan claro para solucionar el tema. El Sitp está en cuidados intensivos, pero con subirle el pasaje no se solucionarían las pérdidas que presenta actualmente. Hay que ir más allá porque necesita una atención integral.
Según Fernando Rojas, experto en movilidad, “el Distrito debe sentarse a renegociar los contratos porque como está el sistema no es sostenible y es un hueco financiero que va a seguir creciendo. La situación financiera no se va a solucionar con que se suba la tarifa”, comentó.
Pero no solo está el tema financiero, sino un buen plan para implementar cómo debe ser su funcionamiento. “La administración pasada dejó una cortina de humo con eso de los Sitp provisionales, que no son más que buses con unos letreros. También está que los buses azules actuales son los mejores entre los buses viejos y en algún momento debe tomarse cartas sobre el asunto”, agregó Rojas.
A esto hay que sumarle el estado actual de los buses. El representante a la cámara por el Mira, Carlos Eduardo Guevara, denunció, basándose en cifras de la Secretaría de Movilidad, que en 2015 se accidentaron 5364 vehículos del Sitp con 9567 buses vinculados, en otras palabras el 56% de la flota.
“Podemos concluir que diariamente se accidentan 15 vehículos del SITP en Bogotá, siendo la cifra más alta por accidentalidad en la ciudad, lo que refleja que el servicio que presta el SITP no es tan seguro como se dijo en el momento de su implementación. Más alarmante aún son los accidentes que sufrieron los articulados de TransMilenio, pues de los 1993 vehículos que circulan en la ciudad con carril preferencial y exclusivo, cerca del 30% se accidentaron en 2015”, comentó Guevara.
¿Cómo solucionar?
En el Plan de Desarrollo que aprobó el Concejo de Bogotá quedó claro que una de las mayores inversiones que se hará en el tema de movilidad en donde está incluido el metro, la puesta en marcha del TransMilenio por la carrera Séptima, la ampliación de varias vías, entre otros proyectos.
Sin embargo, no quedó definido cómo se tratará el tema del Sitp. Aunque sí hay una articulo que le permite al alcalde Peñalosa comprar los buses viejos del sistema para sacarlos de circulación rápidamente, pero no deja claro cuánto costará y durará.
Aunque Alexandra Rojas, gerente de TransMilenio, ha comentado varias veces que hacer esto tardaría por lo menos cuatro años y tendría un costo de 400 mil millones de pesos aproximadamente.
“La otra alternativa es que la plata que pagarían algunos bogotanos para no tener pico y placa estaría destinada a tapar ese hueco del Sitp, pero eso no es suficiente y la ciudad tendrá que buscar de otros lugares para cubrir la deuda”, añadió Fernando Rojas.
En otras palabras, la compra de buses y salida de circulación tardaría una administración completa y habría que rezar, más o menos, para que se puedan recaudar los 5 billones de pesos que se esperan del pago voluntario por no tener pico y placa. Sin embargo, aún así eso cubriría solo una parte de lo que se debe. El reto ahora, dejando los retrovisores a un lado, es la puesta en marcha de un sistema que está en la quiebra.
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