El expresidente de Gambia, Yahya Jammeh, quien dejó el país hace un año tras dos décadas en el poder, ha sido acusado de muchos crímenes. Pero uno de los más extraños es el de forzar a miles de personas con VIH a seguir un tratamiento en base a un brebaje de hierbas que él mismo había inventado.
Un número indeterminado de personas murió.
Al decidir convertirse en la primera persona en Gambia en declarar públicamente que tenía VIH, Lamin Ceesay pensó que estaba haciendo lo correcto. Eso sucedió en el año 2000, cuando la ignorancia sobre el VIH era aún extensa en África y las personas que portaban el virus tenían que lidiar con el estima y el prejuicio.
En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida el ese año, Ceesay tuvo el coraje de hacerlo público y participó en una marcha organizada por una organización benéfica.
Eso le valió el respeto de los activistas en todo el mundo pero, unos años más tarde, también lo atrajo a la atención del entonces presidente de Gambia, Yahya Jammeh.
A principios de 2007, Jammeh declaró que había inventado su propia "cura milagro" para el virus, usando una mezcla de hierbas medicinales y técnicas de curación espiritual. Y, lo que era aún más raro, dijo que solo funcionaba los lunes y los jueves.
Como no podría ser de otra forma, esto fue denunciado como la más peligrosa curandería por parte de los responsables de salud en todo el mundo.
Pero en Gambia, decirle al presidente que estaba diciendo tonterías podía llevarte a prisión.
Así que cuando llegó una invitación a la organización de Ceesay, pidiendo 10 voluntarios para ser la primera remesa de conejillos de indias para el tratamiento del presidente, él decidió que era algo que no podía rechazar.