Próxima estación: Donald John Trump.
El nombre del presidente de Estados Unidos sonará próximamente en los altavoces de los trenes y se grabará en las marquesinas de una nueva terminal en Jerusalén.
Según anunció el Ministerio de Transporte de Israel, la estación, que será utilizada por trenes de alta velocidad, será un "homenaje" al mandatario estadounidense, por su reciente "decisión histórica y valiente" de trasladar su embajada de Tel Aviv a la "ciudad santa", disputada por judíos y musulmanes.
Las autoridades israelíes anunciaron que la terminal se construirá muy cerca del Muro de las Lamentaciones, uno de los lugares más sagrados para los judíos, y, también, del complejo Haram al-Sharif que alberga la mezquita Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca, el tercer sitio más importante para el Islam.
La terminal pertenecerá a una nueva línea ferroviaria que prevé unir Tel Aviv y Jerusalén y cuya construcción está prevista para 2018.
Polémica
El anuncio llega en medio de la tormenta internacional por la decisión estadounidense de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
El estatus de la ciudad, reclamada también como la capital de su Estado por los palestinos, ha sido objeto de disputas y controversia durante décadas.