El Aguardiente Amarillo de Manzanares se convirtió en el trago favorito de miles de colombianos. Su llegada al mercado cambió el comportamiento de los consumidores, que ahora lo prefieren, y no lo cambian por ‘nada’. A pesar de su popularidad, se confirmó que su distribución estará prohibida en Bogotá y Cundinamarca por esta razón.
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Según expertos, para vender un producto de esta clase que es originario de un lugar, en otro departamento del país, se requiere del permiso del gobernador. Estas habilitaciones legales pueden tener una duración de hasta 10 años, e incluso ser renovadas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se debe respetar una competencia equitativa.
“Estos permisos no podrán ser discriminatorios, ni podrán generar barreras de acceso ni restricciones arbitrarias al libre comercio ni al principio de libre competencia, de acuerdo con la Ley de Licores (la 1816 de 2016), es decir, se aplicarán de manera general para todas las empresas que pretendan ingresar aguardientes a distintos territorios”, explicó la ILC vía comunicado.
¿Qué pasó con el Aguardiente Amarillo de Manzanares?
Según la Industria Licorera de Caldas, en 2019 Cundinamarca le dio permiso para incluir al Aguardiente Amarillo en la lista de las bebidas que podían venderse en el departamento. Sin embargo, el pasado 6 de junio de 2023, mediante acto administrativo, personal cundinamarqués revocó la autorización de ingreso del aguardiente caldense al departamento.
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Al parecer, todo se debe a una guerra entre las industrias licoreras. En el caso de Cundinamarca, aseguran que con la prohibición del famoso ‘Amarillo’, están acogiéndose a la norma de monopolios. Además, alegan que en Caldas no se distribuyen los licores de Cundinamarca, por lo que ambas industrias se encuentran enfrentadas.
La ILC anunció que tomarán medidas contra la decisión de prohibir la distribución de su producto en el departamento de Cundinamarca. Alegan que nunca se les avisó sobre esta decisión de manera anticipada.