No es un secreto que el surgimiento del internet y las redes sociales han transformado radicalmente el mundo. Hoy en día, las redes sociales se han convertido en escenarios clave para la difusión de casi cualquier tipo de contenido, lo que hace que su influencia en la opinión pública y en la dinámica social sea innegable. Esta revolución digital ha llevado a muchos gobiernos a plantear un debate sobre la responsabilidad social de los magnates y propietarios de estas plataformas.
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Precisamente ante la capacidad de estos espacios para conectar a millones de personas y difundir información de manera instantánea, las reglas del juego en múltiples aspectos de la vida cotidiana han cambiado. En Brasil por ejemplo, actualmente se vive una fuerte conversación sobre la libertad de expresión y cómo las redes sociales juegan parte importante de la cotidianidad debido a la decisión de un juez que ordenó que los operadores de internet de este país no permitieran la navegación dentro de la red social.
Esta decisión emitida por Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, se dio luego de que él mismo amenazara con arrestos a los empleados de X que trabajaban en la oficina principal de la red social debido a que Elon Musk se negó a cumplir con una orden en la que se pedía la suspensión de más de un centenar de cuentas que según él infringían las leyes brasileñas. En su mayoría, las cuentas pertenecían a líderes de derecha y congresistas.
Ante la orden emitida por el juez, desde X salieron en defensa de su operatividad alegando que con esta decisión se atentaba contra la libertad de expresión que debe considerarse como la base de la democracia. “La libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudojuez no electo en Brasil la está destruyendo con fines políticos”, escribió Musk en X.
Como contrarespuesta a Musk, el juez también ordenó congelar la operatividad del servicio de internet satelital de Elon, denominado Starlink, y que ya contaba con aproximadamente 250.000 clientes dentro de Brasil.
Cabe destacar que Moraes y Musk llevan meses de disputas, lo que ha llevado a calificativos entre ambos y juicios sobre las posturas de cada uno. Tanto así que, en su orden Moraes alegó que el magnate tecnológico lo único que buscaba era la difusión de información falsa a gran escala.
“Musk pretende permitir la difusión masiva de desinformación, discursos de odio y ataques al Estado democrático de derecho, violando la libre elección del electorado, al mantener a los votantes alejados de la información real y veraz”, especifica Moraes.
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Esta no es la primera vez que Elon juega un papel crucial dentro de la política internacional. Pues, bajo la premisa de convertir a X es un espacio seguro para la difusión de cualquier tipo de expresión, ya sea conservadora, liberal, de entretenimiento, sexual o violenta, etc, está jugando una carta importante como capital político. Y de hecho, en el caso de Estados Unidos, permitió que el actual candidato presidencial conservador Donald Trump, quien había sido vetado de Twitter, pudiera volver a la red social.
A pesar de que Musk juega un papel importante como capital político, Moraes también ha adquirido gran protagonismo en Brasil al ser considerado como un fiel seguidor de la izquierda brasilera que va de frente contra la derecha existente en el país.
¿Y qué pasa con la ciudadanía?
Esta no es la primera vez que autoridades brasileñas emiten la prohibición de plataformas digitales dentro del territorio nacional. Pero, sí es la primera vez que el veto dura tanto tiempo, lo que ha llevado a que ciudadanía y simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro salgan a las calles para manifestar su descontento y rechazar lo que consideran un atentado directo a la libertad de expresión.
Según una encuesta de AtlasIntel, la decisión tiene a la población divida porque aunque muchos la consideran como una motivación política, también creen que la publicación de contenidos desenfrenados en X debilitan la democracia.
Ahora bien, el panorama político no es el único que está en juego en esta conversación. Negocios digitales, han dejado en evidencia que la consolidación de su imagen en esta red social y ahora su veto ha generado una crisis al verse obligados a buscar nuevas plataformas y alternativas para la difusión de sus emprendimientos. Para entender esta afectación, se debe tener presente que X cuenta con más de 20 millones de usuarios en Brasil, lo que lo convierte en el quinto mercado internacional más grande de la red social, según la empresa de datos Statista.
¿Qué otros países tienen bloqueado a la red social X?
La mayoría de los países en los que la red social X está bloqueada hacen parte de regímenes autoritarios. La lista cuenta con países como China, Rusia, Irán, Corea del Norte, Turkemenistán, Pakistán, Maynmar, Venezuela y Brasil.
Países como Turquía, Egipto y Uzbekistán tienen bloqueos temporales.