A diferencia de un avión, donde los pasajeros pueden realizar un aterrizaje de emergencia en tierra firme, en la Estación Espacial Internacional (EEI) cualquier emergencia representa un desafío único y potencialmente mortal.
Y es que los astronautas en la EEI están expuestos a temperaturas extremas, niveles elevados de radiación, y la constante amenaza de colisiones con escombros espaciales. Si ocurriera una emergencia, no habría un lugar verdaderamente seguro donde los astronautas pudieran refugiarse.
Sin embargo, ha habido varios incidentes que han puesto en alerta a la tripulación, llevándolos a prepararse para una posible evacuación. Uno de estos incidentes ocurrió en junio de este año, cuando un satélite cercano se desintegró, creando un campo de escombros que amenazaba con colisionar con la estación.
Protocolo de evacuación: Un plan minuciosamente calculado
El procedimiento es relativamente sencillo: una vez dentro de las cápsulas, los astronautas sellan las escotillas y se desacoplan de la EEI. Las cápsulas, ya equipadas con todo lo necesario, se alejan de la estación y comienzan su descenso controlado hacia la Tierra.
Cada una de estas cápsulas está equipada con su propia fuente de energía independiente y con trajes espaciales adaptados específicamente para emergencias.
En una entrevista de 2021 con WTSP-TV, el gerente del Programa de Tripulación Comercial de la NASA, Steve Stich, explicó que, en caso de una emergencia, los astronautas se dirigirán inmediatamente a sus respectivas cápsulas, se pondrían sus trajes espaciales y activarán los sistemas de la cápsula para una partida rápida.
Estas cápsulas permanecen acopladas a la estación durante toda la misión, listas para ser utilizadas en caso de una emergencia.
Ensayos regulares para la seguridad
Los entrenamientos de los astronautas incluyen simulaciones de incendios, fallos de sistemas y colisiones con escombros, entre otros.
Los astronautas practican cómo evacuar la estación bajo presión, asegurándose de que cada miembro de la tripulación esté completamente familiarizado con los procedimientos de emergencia. A través de estos ensayos, los astronautas refinan sus habilidades, lo que les proporciona la confianza necesaria para enfrentar cualquier situación crítica.
Cápsulas de escape de última generación
Cada cápsula, como las Soyuz rusas o las Dragon de SpaceX, está equipada con sistemas avanzados de soporte vital, navegación autónoma y escudos térmicos que permiten un reingreso seguro a la atmósfera terrestre.
Estos vehículos están diseñados para ser completamente autónomos, lo que significa que, en caso de que la tripulación no pueda controlar manualmente la cápsula, los sistemas a bordo pueden realizar el reingreso y el aterrizaje sin intervención humana.
Las Dragon, por ejemplo, cuentan con un sistema avanzado de abordaje que permite a la tripulación abandonar la EEI incluso durante el lanzamiento o en órbita si fuera necesario. Este sistema ha sido probado en numerosas ocasiones y ha demostrado ser una herramienta vital para la seguridad de la tripulación.
Aunque hasta ahora no ha sido necesario realizar una evacuación completa de la EEI; no obstante, los incidentes pasados han demostrado la importancia de estar siempre preparados.
Y, a medida que la exploración espacial continúa, es probable que veamos nuevas innovaciones en las tecnologías de rescate y evacuación, lo que garantizará que los astronautas puedan continuar su trabajo vital en la frontera final de manera segura.