Tras dejar la presidencia en enero de 2021, el ahora ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha mantenido un perfil bastante activo y controvertido. Recordemos que en 2023 anunció que nuevamente sería candidato en las elecciones presidenciales de 2024, con promesas de retomar su legado en contraste con la administración de Joe Biden. En paralelo, el magnate está enfrentando una serie de problemas legales que incluyen investigaciones sobre sus negocios y decisiones mientras era mandatario del país norteamericano.
Y fue justamente en ese contexto, durante un juicio por pagos secretos a la estrella porno Stormy Daniels, que apareció una curiosidad de Trump a relucir: Su tecnofobia, o aversión a los avances tecnológicos ligados al internet.
La fobia de Trump
Durante la instancia antes mencionada, Madeline Westerhout, una ex asistente de Trump, testificó que el expresidente no usa ni computador ni cuenta con una dirección de correo electrónico. La profesional trabajó en la Oficina Oval desde febrero hasta agosto de 2019, por lo que es una testigo fundamental en el caso que aún se encuentra en marcha.
Ahí Westerhout describió cómo Trump prefería que ella tomara notas manuales en lugar de usar medios digitales. También, reveló que él le dictaba sus tweets o editaba borradores impresos de comentarios en la red social X, antes conocida como Twitter. “Lo que recuerdo es que había ciertas palabras que le gustaba escribir con mayúscula. Palabras como ‘país’. Le gustaba usar signos de exclamación”, reveló.
Junto a estas revelaciones, el juicio también dio a conocer las tensiones personales de Trump, incluyendo su descontento con su representación junto a su hija Tiffany, a quien, según Westerhout, él consideraba con sobrepeso. Este detalle fue parte de la razón por la que finalmente Westerhout fue despedida, pues la acusaron de haber compartido información personal sobre Trump con periodistas pese a que ella misma aún lo considera un “muy buen jefe”.
Además, se mencionó que durante sus viajes para jugar al golf, a Trump lo acompañaba su asistente de nombre Natalie Harp, quien le mostraba noticias y publicaciones en un ordenador portátil, a veces acompañada de una impresora y todo ello montado en un carrito.
Básicamente, Trump no estaba convencido de conectarse con la tecnología, lo que resulta curioso para ser el presidente de una nación como lo es Estados Unidos. Aquello incluso podría ser un reflejo de su desconexión con la sociedad, y lo que fue contado como una anécdota, en realidad preocupa a los analistas y al electorado. Ahora entendemos por qué en 2019 solicitó “la tecnología 5G, e incluso 6G, en los Estados Unidos lo antes posible”, siendo que se trata de algo que - aún 5 años después - no existe.
