La tecnología con el tiempo ha logrado que lo virtual se parezca cada vez más al mundo real. Un buen ejemplo de ello es el Metaverso y todo lo que abarca esos proyectos, pero esta vez queremos hablarte de un interesante descubrimiento hecho por investigadores de realidad virtual.
El grupo de interfaces Future de la Universidad Carnegie Mellon logró simular la sensación de un beso real sin usar ningún hardware que haga contacto con el rostro.
Los investigadores han rediseñado un casco de realidad virtual (]auricular VR) que permite recrear la sensación del tacto en y alrededor de los labios del usuario.
[Leonardo da Vinci y las armas que diseñó: tanques, submarinos, helicópteros]
Un gran noticia para el mundo virtual
La realidad virtual sigue teniendo buenos avances con el paso del tiempo, y es que sus controladores en la gran mayoría de los dispositivos ignoran sentidos como el gusto, el olfato y el tacto, enfocándose especialmente en las imágenes y sonidos.
Pero con el tiempo investigadores han trabajado para mejorar el hardware de realidad virtual, por lo que han ideado muchos de estos, además de accesorios únicos con el fin de lograr que se sienta cada vez más real.
Lo hecho hasta ahora en la Universidad de Mellon con respecto a la boca háptica no se había hecho antes. Y aunque todavía no es posible sentir el pelaje de un perro virtual con las manos, es muy probable que pronto se pueda experimentar la sensación de beber algo de forma virtual.
¿Cómo funciona la simulación del beso?
Los investigadores lograron actualizar un auricular Meta Quest 2 con diferentes transductores ultrasónicos que se centran en la boca del usuario. Esto funciona sin tener que usar accesorios adicionales o un hardware configurado.
Estos transductores ultrasónicos crean la sensación de tocar no solo los labios, sino también los dientes y hasta la lengua del usuario mientras mantienen su boca abierta.
Pero eso no es todo, los transductores también pueden recrear la sensación de un objeto rozando los labios, así como vibraciones persistentes, como el chapoteo del agua al inclinarse para beber de un bebedero.