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Opinión: Bola, quise verte en el banco tiburón

La muerte de Jorge Bolaño dejó un vacío enorme en el corazón de todos los amantes del juniorismo, pero al tiempo muchas preguntas...

Jorge Bolaño - Foto: Redes sociales del Parma

Es tan sólo una pregunta de miles que muchos en Barranquilla, hinchas de Junior, se hacen. Siento que los dueños del equipo buscan hacer valer más la institución que a esos ídolos que dejaron una huella imborrable. No los determinan. Algunos mueren en el olvido, en la suma pobreza, y otros, sencillamente no son valorados cuando, con esfuerzo propio, logran salir adelante.

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En este último punto me refiero especialmente a quienes han podido, de su propio bolsillo, con ahorros en algunos casos, y otros, con patrocinios de amigos y tocando puertas, prepararse para lograr la licencia que se les exige en Colombia para dirigir profesionalmente. Esa misma, la logró obtener Jorge Bolaño, junto a Osvaldo “el nene” Mackenzie, William Fiorillo, entre otros. Y sí, no patrocinados por Junior, que hasta el sol, a ellos precisamente, los ha ignorado.

Y es que Junior no debería darle la espalda a su historia. A la que lograron convertirlo en equipo grande, con jugadores que tuvieron el rótulo de estrellas. Y me refiero especialmente, a esos cracks de la década de los 90 en adelante. Qué pasó, por ejemplo, con Iván Valenciano, Gober Briasco, Wilson Pérez, Miguel “niche” Guerrero, Francisco Cassiani, Hayder Palacio, Emerson “el piojo” Acuña, Francisco Alvear, Luis Narváez y James Sánchez? Sólo por nombrar unos cuantos porque la lista es bien grande. Y si bien otros, han sido arropados por la institución, en sus divisiones menores, otro gran grupo se ha quedado a la espera de la oportunidad, sea por falsas promesas políticas, o porque decidieron abrir “rancho aparte”, de manera independiente, con sus propios equipos en la liga de fútbol de Atlántico. O porque también se convirtieron en “comentaristas” deportivos. No en contadores de sus experiencias deportivas.

Bola siempre soñó con dirigir a Junior. Y al igual que Mackenzie, de una, arriba, al equipo grande. Jorge, especialmente, decía que tenía las herramientas perfectas para cambiarle el rumbo a su equipo amado en los difíciles momentos. Era una rara mezcla de condiciones técnicas y amor propio a la camiseta. Algo así como lo que hacen hoy por hoy Teo y Bacca. Jorge tenía claro que su función era trabajar la zona de volantes. “Esa es la mía.. Los pongo a volar” lo manifestó en muchas ocasiones. Fuerte, fiel a su estilo.

Ojalá la muerte de Jorge Bolaño sirva para que verdaderamente en Junior dignifiquen al ídolo. Ese mismo que quiere seguir vigente, y que con conocimientos y verdadera entrega por los colores de la institución, puede aportar mucho más a la historia del club. Basta ya de tantos técnicos que pasan más con pena que con gloria en el club. Nacionales y extranjeros. El potencial nuestro es tan amplio que muchos desconocen que de aquí, fácilmente, puede salir el próximo técnico de la selección Colombia, u otra a nivel mundial. Fomentar dentro de Junior un programa de capacitación para ellos no es descabellado. Creo que ningún equipo en Colombia lo tiene (me disculpo si lo hay). Y dénles la oportunidad soñada.

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No es tarde para corregir el camino. Háganlo por la memoria de Jorge ..

POSDATA: Te extraño mucho, Bola, mi hermano. Cuídame desde el cielo. Gracias por tanto!!

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