Aquí, en Junior, pasan unas vainas inexplicables. Lo digo por el descontento de una afición que sueña con que su equipo, en cada temporada, toque literalmente el cielo con las manos. No sólo en la liga colombiana, sino también a nivel internacional. Con refuerzos de cartel y que den de qué hablar en cada juego disputado dentro de las canchas en nuestro país y fuera de él. Pero este Junior modelo 2025 ya está, y es lo que hay.
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Sorprenden, sí, decisiones como la que nos informó César Farías, técnico del equipo rojiblanco, sobre la no continuidad del central Rafa Pérez. “El departamento de contrataciones” del equipo creyó conveniente no renovarle su contrato por una situación médica, más que la deportiva. El entrenador sí lo quería, pero los jefes no. Donde manda capitán, no manda marinero. Para mí, cosa absurda eso del “departamento de contrataciones”, lo digo por la expresión, porque al final quien decide eso en el club es don Fuad Char. Más nadie. Ah bueno, y el Doctor No.
¿Y quién es el Doctor No en Junior? Es un personaje de la entraña del club. Lo sabe todo, tanto que tiene el poder para tomar decisiones e influir en los demás, sin ningún tipo de inconvenientes. Por ejemplo, está en contra del cierre de la carrera de Teófilo Gutiérrez en el equipo barranquillero, respalda cualquier campaña de austeridad dentro de la institución, busca que la afición compré y compre más abonos y membresías sin tener que invertir en verdaderas campañas de marketing para conseguirlo, le encanta un jugador con el pase en la mano para ahorrarse hasta el más mínimo centavo en la transacción, no es dado a contratar grandes refuerzos en el mercado, se ajusta a la realidad actual del fútbol colombiano, en fin. Sólo es una parte de sus “cualidades”. El Doctor No considera no tener defectos.
A propósito, con Farías nos enteramos que Junior tiene nuevo presidente. Que hace un par de días, ya comenzó a trabajar al pie del equipo. No dijo nombres. Y oficialmente el club tampoco lo ha presentado en sociedad. Sólo le pido a Dios que no sea el Doctor No. ¡Ay mamita mía, ojalá que nooo! Aunque eso o nada es igual. Él manda dentro del equipo.
Ven, y ahora ¿cuál es el cuento con Farías? El ambiente en Barranquilla, dicen los “meteorólogos del fútbol”, no está a favor del venezolano. Son capaces de afirmar que no llegará a carnavales siquiera. Que el hincha lo odia y le reclama por la no llegada de James, entre otras vainas. Eso, en redes sociales, puede ser cierto. Pero en la práctica es otra cosa, según el entrenador. Todo lo contrario, dice él. Lo único que recibe, cada vez que sale a la calle, al centro comercial que queda al frente del hotel de concentración, son palabras de alientos y muchas bendiciones por las cosas buenas que hace. Dirán algunos, “él no es pendejo, no se va a meter en contra del hincha”. También es cierto. Farías sabe cómo es Barranquilla. ¿O no recuerdan una vez que él manifestó que un seguidor casi le hace daño con un cuchillo cuando le reclamó por una situación vivida con el equipo el semestre anterior? Se va por la orillita el profe. No es bobo.
“JUNIOR SOMOS TODOS” ese es el eslogan de esta temporada. En la “charla informal” de presentación del equipo este año, Farías lo recalcó en más de una ocasión. Es lo que realmente quiere. Esa es la estrategia de marketing a la que se le apunta, muy a sabiendas de que Junior es de los Char, del Doctor No, no de la afición rojiblanca como la quieren vender. Es una empresa privada que busca su propio acomodo y velar por sus propios intereses. Una vez Fuad lo dijo, que no dependen de la gente, de la taquilla, para subsistir.
Amanecerá y veremos.. El tiempo sólo dirá la verdad.