No soy de los que soportan la teoría de este fútbol inoperante del equipo rojiblanco, con la famosa frase de cajón de que con “Junior es hasta el final” o “Con Junior esto se acaba cuando se termina” o peor aún, la anecdótica del campeón Edgar Perea “A Junior tienes que matarlo”. No. No soy de esas. Pero como digo, esto es lo que hay. ¡No hay más na’!
PUBLICIDAD
Y en esa misma línea, me toca echar para adelante la famosa teoría de que en el fútbol no vale el jugar bonito, el porcentaje de posesión del balón, las aproximaciones de gol, entre otros inventos de las frías estadísticas, si en la tabla de posiciones no hay espacio para ellos. Sólo para los puntos que se necesitan a la hora de alcanzar el objetivo principal, en este caso, avanzar a la gran final de la liga. Partiendo de ahí, es muy válido decir que Junior o cualquier otro equipo, debe ganar como sea para clasificar.
Junior lo está haciendo. De hecho, ya hace años lo viene implementando. No es nuevo. En ese orden de ideas, ¿no entiendo por qué muchos, en el mundo rojiblanco, critican hasta la saciedad lo que hace César Farías? Cada movimiento de la nómina, para el técnico venezolano, tiene su explicación, en medio de la administración que le hace a su nómina. Generosamente no las da, sin tener que hacerlo. Es su trabajo, y a quienes tiene que rendirle cuentas, son a don Fuad Char y su corte. A nadie más. Pero lo hace de chévere, para llevar un buen ambiente. Y eso, le “damos palo” hasta más no poder.
Hoy Junior está vivo en su aspiración de llegar a la final, igual que Once Caldas y Deportes Tolima. Debe ganarle este domingo al América en Cali, y esperar una derrota del onceno manizalita en Ibagué. Derrota que no sea abultada porque en la diferencia de goles el “pijao” se los llevaría por delante. Esa, es la opción más clara. Las otras son más complejas, y la Baldor nos quedaría pequeña para sacar cuentas. Es por eso que los tiburones deben ganar como sea... Ah, y esperar. No hay otra.
Mi sugerencia, mi querido lector, es que no se flajele tanto. Lo normal es que en Junior se juegue así. Al resultado. Porque ese milagro que tanto anhela, de ganar, golear y gustar, por ahora, ¡NO VAAAAAA!