Reflexiones de la COP16 con enfoque empresarial: oportunidades y desafíos

Uno de los puntos destacados que demostró la COP16 y que ahora se está debatiendo en la última semana de la COP29 de clima en Azerbaiyán, es el mensaje del sector privado a unir las agendas climáticas y de naturaleza: Sergio Rengifo

Así avanzan las negociaciones en la recta final de la COP16.
COP16 Así avanzan las negociaciones en la recta final de la COP16.

La COP16, celebrada en Cali, Colombia, concluyó el pasado 1 de noviembre con avances importantes en varios temas clave para la implementación del Acuerdo Global de Biodiversidad Kunming-Montreal. Sin embargo, los desafíos persistentes nos invitan a reflexionar sobre el papel de las empresas en un contexto en el que las decisiones aún están en proceso y las leyes nacionales aún no se materializan. Por esta razón, y con la experiencia de más de 30 años de CECODES, quiero compartir con ustedes las principales conclusiones de este evento internacional desde un enfoque empresarial.

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Uno de los puntos destacados que demostró la COP16 y que ahora se está debatiendo en la última semana de la COP29 de clima en Azerbaiyán, es el mensaje del sector privado a unir las agendas climáticas y de naturaleza. No podemos ver los desafíos globales de manera aislada y tenemos que enfrentarlos bajo una misma agenda. Para ello, las empresas deben alinear sus métricas y estándares climáticos y de naturaleza para demostrar responsabilidad y posibilitar la acción urgente que necesitamos. Desde el WBCSD, nuestra casa matriz se está trabajando en guías y métricas sectoriales para acompañar a las empresas en este camino.

Además, la COP16 fue un espacio para impulsar la implementación y la inversión de planeas de acción nacionales y empresariales creíbles pero solo 44 de los 196 países participantes lograron completar sus Planes Estratégicos Nacionales para la Biodiversidad (NBSAPs) lo que deja un sinsabor en este sentido. Este instrumento es clave para definir cómo cada nación implementará el Marco Global, y es una guía para que las empresas puedan ejercer su rol en el cumplimiento de las metas. Colombia, es uno de los países que sí presentó sus NBSAPs y por ello, mi invitación es al sector empresarial de nuestro país a revisar este plan y comenzar a actuar.

En cuanto al financiamiento, aún se deben definir y conversar varios asuntos. Aunque se lograron contribuciones importantes al Fondo Global del Marco de Biodiversidad, con 7 países y la región de Quebec aportando 163 millones de dólares, la brecha de financiamiento sigue siendo de casi 700.000 millones de dólares anuales. En este punto, resalto iniciativas como el anuncio del Banco Davivienda y la Corporación Financiera Internacional, IFC, quienes firmaron un acuerdo para emitir un bono de biodiversidad, de $210.000 millones, en el mercado de capitales colombiano. Pero necesitamos aumentar la ambición, ya que el financiamiento no es suficiente para el desafío global que enfrentamos.

La COP16 permitió una conversación amplia uniendo voces de diversos actores de la sociedad que hacen parte de las cadenas de valor empresariales. Es necesario que la acción vaya más allá de una estrategia de sostenibilidad de un negocio, toda su cadena de valor debe involucrarse para discutir los desafíos y definir las acciones para una transición inclusiva y justa en todas las agendas que hoy llevan una conversación mundial como el clima, la naturaleza, la desertificación y la desigualdad.

Sin embargo, la COP16 también presentó decisiones significativas y que las empresas deben tomar en cuenta en su estrategia de sostenibilidad. Un ejemplo de ello fue la creación del “Fondo de Cali”, que busca que las empresas que se benefician de la información genética de recursos biológicos, contribuyan con una parte de sus ganancias a la conservación de la biodiversidad. Además, se realizó el reconocimiento de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales como un grupo de trabajo permanente en el Convenio sobre Diversidad Biológica, y se aprobó un acuerdo para la conservación de áreas marinas de alta importancia ecológica en aguas internacionales.

Desde una perspectiva estratégica, las empresas deben reconocer que la conservación de la biodiversidad es una oportunidad económica. La COP16 nos dejó asuntos valiosos que desde el sector privado se deben revisar para aumentar la ambición, adaptándose rápidamente a un nuevo paradigma donde la sostenibilidad y la preservación de la naturaleza son aspectos intrínsecos a la creación de valor. En este camino, CECODES continuará acompañando a las empresas a trabajar en una visión estratégica por medio del conocimiento y la inspiración, siendo los primeros en desarrollar un evento en el marco de esta convención con enfoque empresarial, uniendo las voces de diversos países como España, Francia, Chile, Brasil, entre otros y trayendo a la conversación casos de éxito empresarial a través de Cambiando el Rumbo, una edición especial de biodiversidad con 16 casos empresariales los cuales invito a leer en nuestra página web.

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