Colombia fue sinónimo de grandeza, pujanza, coraje, trabajo, constancia y disciplina en los Juegos Paralímpicos París 2024. Este año los paraatletas nacionales hicieron una participación histórica, alcanzando 28 medallas, siete de oro, siete de plata, catorce de bronce y 42 diplomas, dejando atrás las 24 preseas obtenidas en Tokio 2020.
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A París 2024 llegaron a representar a Colombia 78 paraatletas, 47 hombres y 31 mujeres, siendo ésta la delegación más numerosa del país en 11 ediciones en las que ha participado. Por primera vez se tuvo participación en fútbol para ciegos, tiro deportivo y triatlón.
En París se demostró durante 11 días de competencia que, los Juegos Paralímpicos, que en esta ocasión reunieron a 4.400 para atletas, no son un evento secundario o menor a los Olímpicos, por el contrario, se pudo mostrar que es una competición élite, de clase mundial, con los mejores del mundo, reuniendo 185 países y 22 deportes en acción.
Los colombianos subieron al podio 24 ocasiones, ondearon la bandera colombiana con orgullo y jerarquía, mostrando el gran trabajo realizado previamente. Muchos rompieron récords, otros hicieron historia inscribiendo su nombre en letras doradas.
Atrás quedaron los días tristes, de sacrificio, las lágrimas por no alcanzar una rutina, una ejecución perfecta, las lesiones, las caídas, los obstáculos. Se disfrutaron la fiesta deportiva al lado de los mejores del planeta y fueron protagonistas.
Una vez más demostraron de qué están hechos los paraatletas colombianos, brillaron en el podio, le entregaron al país alegrías y triunfos, prueba de cómo el deporte brinda oportunidades y se convierte en un verdadero constructor de vidas y de sueños.
Día tras día, en cada una de las competencias se pudo evidenciar el crecimiento del deporte paralímpico en Colombia y lo importante que es creer en los procesos y apostarle a la inversión para apoyar estos paraatletas de alto rendimiento y todos los talentos que están iniciando procesos deportivos.
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Por eso urge que el gobierno nacional, replantee la reducción significativa, cercana a un 66% para el 2025 en el presupuesto del Ministerio del Deporte. Solo se tienen confirmados $460.000 millones para el funcionamiento y la inversión de esta cartera el próximo año, lo que se convierte en una cifra irrisoria para todo el país.
Es un recorte presupuestal aproximadamente de $848.000 millones que afectaría notablemente el deporte colombiano, que este 2024 tenía un presupuesto asignado de $1,3 billones.
Con esta reducción se entorpecen procesos, búsquedas de nuevos talentos, apoyos, se dejaría en jaque a los deportistas, entre ellos estos héroes paralímpicos que se la jugaron toda por sus sueños, por hacer historia y por demostrar que jamás ven la discapacidad como un obstáculo para triunfar y alcanzar las metas que un día se propusieron.
Hoy quiero agradecerle como ex deportista y colombiano a estos medallistas paralímpicos que se lucieron en París, entre ellos, destaco a Erika Castaño, oro en lanzamiento de disco F55 y récord mundial, la primera para atleta en darle al país una medalla dorada en esta disciplina.
A la inspiradora Karen Palomeque, imbatible en la pista. La colombiana se llevó el oro en los 100 y 400 metros T38, además, logró récord mundial y se colgó un bronce en salto largo T38.
Una vez más el experimentado Nélson Crispín, fue protagonista en la para natación, sumando plata en los 200 metros libres combinado y en los 100 metros pecho SB6. Carlos Daniel Serrano, récord y medalla de bronce en los 100 metros pecho masculino, además, medalla de plata en los 50 metros libre S7. Los mejores para nadadores del país, cada uno con 10 preseas en tres representaciones.
Por primera vez, Colombia obtuvo medalla de oro en Boccia y lo hizo con el talento de los hermanos Edilson y Leidy Chica, que fueron impecables. Ellos y muchos otros paraatletas que se la jugaron toda en París 2024, son inspiración para los nuevos talentos o para quienes están en casa y piensan que una discapacidad es un impedimento para triunfar en grande y ven su vida perdida.
Por ellos y por todos los paraatletas que vienen atrás, es que tenemos que seguir trabajando y aunando esfuerzos para que el deporte deje de ser un privilegio de pocos en el país. Para que llegue a zonas apartadas, lugares donde la violencia, el narcotráfico y la falta de oportunidades son el común denominador de quienes se atreven a soñar.
El deporte no es la bandera de la política a la hora de elecciones, ni el motivo para sacar el carro de bomberos y subirse al bus de la victoria, cada que uno de nuestros atletas o para atletas brilla internacionalmente.
Es hora de ver el deporte como lo que es: una herramienta de transformación social, un ente edificador de seres humanos, un objetivo fundamental para un país que quiere la paz. Unidos somos más fuertes, unidos somos más, ¡Los deportistas nos necesitan!
