El 2024 ha sido y será un año decisivo para la economía global, marcado por una oleada electoral sin precedentes que traerá consigo un aumento en la incertidumbre regulatoria y políticas, según el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), casa matriz de CECODES. En más de 60 países, que en conjunto albergan a 4.200 millones de personas, se llevarán a cabo elecciones nacionales, haciendo que más personas acudan a las urnas que en cualquier otro momento de la historia moderna. Este fenómeno tiene implicaciones profundas para la comunidad empresarial, que deberá navegar en un entorno cada vez más incierto y volátil.
La masiva participación electoral que se está teniendo, refleja un compromiso democrático positivo y plantea desafíos significativos para las empresas que operan en múltiples mercados, tanto nacionales, regionales y globales. La variabilidad en las políticas gubernamentales y regulatorias que puedan surgir de estos procesos electorales es una fuente de preocupación para los líderes empresariales. En un año donde tantas naciones verán cambios potenciales en sus gobiernos, la planificación estratégica a largo plazo se convierte en una tarea más compleja y arriesgada.
La incertidumbre regulatoria es uno de los mayores obstáculos a los que se enfrentan las empresas en este contexto. Los resultados electorales pueden alterar drásticamente las normas y regulaciones que rigen la actividad empresarial, desde impuestos hasta políticas medioambientales y laborales. Por ejemplo, la posibilidad de cambios en las políticas fiscales o en las leyes de comercio exterior puede afectar significativamente la forma en que las empresas gestionan sus inversiones y operaciones globales.
En América Latina, donde varios países clave tendrán elecciones en 2024, las empresas están particularmente atentas a posibles giros hacia gobiernos más intervencionistas o proteccionistas. Estos cambios pueden resultar en mayores barreras para el comercio internacional, limitaciones a la inversión extranjera, o incluso expropiaciones en sectores estratégicos. Los sectores más vulnerables incluyen el energético, donde las políticas gubernamentales son cruciales, y el tecnológico, que puede verse afectado por cambios en las políticas de privacidad y seguridad de datos.
La planificación estratégica, que tradicionalmente se ha basado en previsiones relativamente estables, ahora debe incorporar escenarios mucho más variados y potencialmente disruptivos. Los líderes empresariales se ven obligados a desarrollar planes de contingencia más robustos y a mantenerse ágiles en su toma de decisiones. Las empresas que logren adaptarse rápidamente a los cambios regulatorios y políticos serán las que emerjan más fuertes en este entorno incierto. Por esto, desde CECODES con nuestra hoja de ruta, la Visión 2050 Colombia, promovemos la planeación a corto, mediano y largo plazo, en entornos volátiles e inciertos como los que estamos viviendo y viviremos en los próximos años.
Por esto, invito a las empresas a conocer esta hoja de ruta creada por CECODES, bajo 9 caminos de transformación que les permitirán a los líderes empresariales alinear sus estrategias a objetivos globales comunes en búsqueda del éxito empresarial, mientras aportan a mitigar los impactos de la emergencia climática, la pérdida de la biodiversidad y la creciente desigualdad. Por medio de casos de éxito, herramientas de vanguardia, acompañamientos personalizados y transmisión de conocimiento continuaremos llevando a las empresas por este camino para hacer frente a la incertidumbre generada por un mundo volátil e incierto.
