La palabra sensibilidad parece haber sido descartada por el habitante citadino contemporáneo, desconociendo con ello su enorme potencial productivo ¿Productividad? Si, ¡Productividad! ¿De dónde creen que salió el aparato por medio del cual acceden a estas líneas? De la sensibilidad de una mujer o un hombre que se permitieron ir más allá de lo obvio, cuestionando el “debe ser”, hasta el punto de la creación productiva, más conocida como innovación.
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Habilidad creativa o sensible que se puede estimular de variadas formas: desde usar un camino distinto para llegar a lugares conocidos, hasta permitirnos diversidad de experiencias, entre ellas el arte, qué ha sido considerado a través de la historia como el estimulador mayor de la sensibilidad humana (por lo cual Napoleón creó el Louvre, en busca de consolidar en Francia una sociedad productiva e intelectualmente superior).
Materia en la que Bogotá cuenta con una oferta permanente, dentro de las cuales entre el 6 y el 8 de septiembre hay un abanico de opciones que considero de singular valía…
En el área de la danza los próximos 6 y 7 de septiembre en el Teatro Mayor Julio Mario Santodomingo encontraremos ‘Los perros’ – dirigido por Led Silhouette y el extraordinario coreógrafo español Marcos Morau, quien dicho sea de paso ha demostrado un lazo profundo con Colombia tras haber coreografiado Afanador: El ballet, para el Ballet Nacional de España, en homenaje al reconocido fotógrafo colombiano Ruven Afanador. Obra dancística que desde la península ibérica es la continuación perfecta a la suntuosa presentación de la Orquesta Nacional de España que tuve la fortuna de ver el pasado 31 de agosto en este mismo teatro.
A tono, Cinecolombia bajo su línea Cinecoalternativo está haciendo una labor muy interesante en cuanto dar acceso a primicias expositivas de talla mundial, con documentales como De Monet a Matisse, Pintando el jardín moderno, a proyectarse durante el 6, 7 y 8 de septiembre, así como un novedoso documental sobre Frida Kahlo que se estrenará el 20, 21 y 22 del mismo mes. Piezas que nos ofrecen una mirada inmensamente humana de estos grandes artistas, dejando ver los altibajos de sus procesos creativos y como fijaron una impronta imborrable en la historia.
Y en la misma línea de valiosos estímulos a la sensibilidad, hay dos exposiciones abiertas hasta el 6 de octubre en el Museo de Arte Moderno de Bogotá: Estudio, de Nijole Sivickas; una mirada intimista y clara de esta lúcida artista lituana que creó en Bogotá gran parte de su vida, dejando un legado escultórico, dibujístico e instalativo de brillante singularidad, diálogo entre susurros e imperativos sensitivos que son memoria y ante todo reflexión.
Mismo museo donde encontramos la retrospectiva de Ana Mercedes Hoyos, también abierta hasta el 6 de octubre, donde en una curaduría polifónica -lo que por momentos se nota demasiado en las rupturas del ritmo expositivo-, ofrece sin embargo unos tránsitos exquisitos por la historia de esta pintora colombiana, ampliamente conocida en diversas latitudes; que transita de un realismo idealizado a un minimalismo particularmente lúcido para entregarse luego al barroco caribe que tan conocida la ha hecho. Obra, que igual a lo que pasa con la propuesta de Enrique Grau, constituye uno de los primeros llamados a una lectura nacional desde la diversidad en lo racial, en lo social y por supuesto hablando de género; usando como recurso el infalible canal de la belleza.
Y cómo otra experiencia que vale la pena aprovechar y que solo estará hasta el 7 de septiembre; vale la pena visitar la muestra de Olga de Amaral, liderada por la Galería Duque Arango, bajo la diestra curaduría de Eduardo Serrano en Casa MAS, ubicada en la carrera 11 con 85. Colección de 25 piezas de diversas épocas de esta extraordinaria artista colombiana, que constituyen un sumo placer material y emocional; en presencia de una sinfonía de texturas que en oro dominante nos conecta con lo ancestral al tiempo que nos proyecta al futuro, en una danza multisensorial que solo conquistan grandes de la creación artística como lo es la máxima tejedora contemporánea colombiana.
¡Un banquete de danza, cine y arte que ojalá muchos puedan disfrutar en Bogotá!
Por: María del Pilar Rodríguez / Curadora de arte