Es un tema que puede sonar medio tonto, hasta pendejo. Pero en Barranquilla, no. Les explico por qué. La afición rojiblanca aún no se ha logrado reponer del golpe sufrido por la eliminación de Junior en Copa Conmebol Libertadores. Y aunque el equipo de Arturo Reyes logró sacar buenos dividendos en su visita al Deportes Tolima (lo venció 1×0) en Ibagué, no es bálsamo suficiente, por ahora, para sanar esas heridas. Pero ese tampoco es el problema. ¿Cuál entonces?
Resulta que en medio de las decisiones tomadas por el cuerpo técnico rojiblanco, se les dió la genial idea de “premiar” a un par de jugadores con descanso, y no hacer parte de la nómina que se pondrá al día en el calendario este miércoles 28 de agosto cuando enfrente, en condición de visitante, al Deportivo Pasto (partido pendiente de la 5° fecha). Yo, la verdad, no entiendo.
Es claro que Didier Moreno y Yairo Moreno no estén por presentar dolencias físicas. No terminaron bien ante Tolima. Como también que Joel Canchimbo se pierda el juego por estar en compromisos con la selección Colombia Sub 20. ¿Pero Enmanuel Olivera, José Enamorado y Carlos Bacca, qué?
Junior, en este segundo semestre, cuando apenas despega, sólo ha jugado seis fechas en la liga, sumando los dos juegos por Conmebol Libertadores en la fase de octavos donde Colocolo, literalmente le pintó la cara en Santiago de Chile y Barranquilla. ¿Con tan sólo ocho partidos disputados, es justo oxigenar la nómina, y más cuando viene de ganar fuera de casa? ¿Acaso aquí se aplica, porque se va a jugar en Pasto, la famosa ley de la rotación, tan cuestionada por leyendas del fútbol colombiano? (“El pibe” Valderrama dijo que era para “puro pelaos maricas”, entre otras cosas).
Y aquí es donde yo digo, pese a que Carlos Bacca, goleador rojiblanco, piense lo contrario, de que Junior sí tiene nómina A, B y hasta C, para afrontar los compromisos. Ante las seis ausencias mencionadas, Reyes las reemplazará con jugadores de un nivel medio para abajo : El defensor Nicolás Salazar; los volantes Jhon Vélez, Carlos Cantillo, Leider Berrio y Bryan Castrillón; y el atacante Marco Pérez. Les pregunto, no es una nómina alterna para no llamar inoperante? Porque si yo estoy equivocado, apague y vámonos!!
Lo de Junior “satélite” fue para evocar ese equipo que atendía la liga colombiana en 1994, mientras la banda de Valderrama, Valenciano, Pacheco, entre otros, se dedicaba única y exclusivamente a la copa libertadores. Pero este equipo, qué? Si sólo tiene al frente la liga y cuando le toque, la copa Colombia. No más!!
Los que descansan, y con los bolsillos llenos, son los mediocres y vampiros chupa sangres del fútbol mundial. De esos, si que hay ejemplos por doquier. Aquí, en Junior, NO DEBE haber espacio para ellos. Que la historia los juzguen por buenos y malos dentro de la cancha. Es lo lógico.