A la lista del sonajero de Junior, sea a mitad o fin de año, nunca deja de escucharse el famoso regreso de Teófilo Gutiérrez. Pero desde hace un tiempo para acá, desde aquella vez que posó con una camiseta del equipo rojiblanco en una concentración de la selección Colombia en Barranquilla, el nombre de James Rodríguez ha sonado con mucha fuerza para la época. Y es fácil de entender.
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Antes de la tremenda Copa América que realizó recientemente con la tricolor en Estados Unidos, la situación deportiva de James no era la mejor. De timbo al tambo, en equipos donde no encontraba ese nivel que lo hizo grande en Brasil 2014 y que lo llevó, literalmente, a tocar el cielo con las manos en el Real Madrid. Con el aval de Sao Paulo de Brasil, su antiguo club, James podía negociar su vinculación con otro sin problemas. Ahí apareció Junior, o más bien, el tío Christian Daes, CEO de Tecnoglass y patrocinador del onceno tiburón.
La propuesta por James seducía. Sin dudas. Estamos hablando de dos millones de dólares por seis meses, donde el 75% lo cubría Tecnoglass y el 25% restante, de manera protocolaria, Junior. Eso hablado antes de la Copa América.
Pero todo cambió. Y sin problemas para entenderlo. Hoy el 10 colombiano no piensa seguro en otra cosa que retornar a Europa, y con razones de peso. A sus 33 años brilla con luz propia, y con el objetivo de regresar al viejo continente para marcar una diferencia que le permita estar en el top de los mejores, y de boca en boca en la prensa internacional especializada
Es por eso que Daes, en ese trino inicial que alborotó a toda Barranquilla, donde decía que estaba al lado del 10 (antes un vídeo en el aeropuerto lo había delatado, bajándose de un avión privado con James), tuvo que informar, por la misma vía, que trató de convencerlo para que se quedara en la arenosa y jugara con Junior estos seis meses, en el año del centenario, pero su esfuerzo fue en vano. En otra oportunidad será.
Pero me pregunto algo.. el movimiento estratégico de Christian Daes para traer a James Rodríguez a Barranquilla, por qué no era del conocimiento de Fuad Char, máximo dirigente de Junior? Era la famosa “sorpresita”? El dirigente rojiblanco manifestó que no sabía nada y que los costos del jugador eran muy altos para el fútbol colombiano. Pero esa última me dió a entender que por lo menos si lo analizaron. Por protocolo, Don Fuad, lo negó. Sí lo sabía todo.
A una semana del centenario, hoy, nos quedamos sin esa figura. Ni para especular tenemos. Ni para “venderle humo” a la hinchada rojiblanca como dirían en los pasillos del mundo Junior. No dudo que este equipo será protagonista en la liga 2024 parte II, pero siento que le hace falta el centavito para el peso. La figura o el “gran muñeco” con el que todo el juniorismo soñó. Porque James Rodríguez ya no es.