Carlos Fernando Galán cumplió 100 días siendo el Alcalde Bogotá, y sobre su gestión podemos opinar desde cualquier perspectiva: podemos decir que ha sido buena, mala, hacerle críticas y aplaudirle algunas gestiones. Ahora bien, en este caso y para que su administración sea completa, debe elegir pronto a los que serán sus alcaldes locales, pero sin olvidar que esa elección debe ser partiendo de la mínima garantía por la paridad.
Una vez electo, los medios y sus simpatizantes empezaron a aplaudir la participación de las mujeres en esta Administración que se asomaba. “Las mujeres que rodean al Alcalde” decían con el ánimo de responder a las críticas y a los reclamos legítimos de la participación política de las mujeres en la ciudad. Siendo así me parece clave que, en la agenda de esta Administración, la paridad no solo queda como una meta, sino que, desde ya esta apuesta política sea un hecho, pues tal como se anunciaba en el empalme y el gabinete, la presencia de las mujeres sería prioridad.
Ahora, la paridad no solo es para el gabinete o su despacho, sino también para la participación política de las mujeres en Bogotá y en el caso al que me refiero aquí puntualmente son: las Alcaldías Locales. Si bien el Decreto 1421 de 1993 ha tenido varios intentos de modificación, casi que en todos los periodos del Congreso, pues estamos hablando del Estatuto orgánico de Bogotá y por lo mismo resulta ser una discusión constante y aunque hayan sido discusiones polémicas, incluso algunas han de revisarse; dicho Decreto sí o sí dejó algo bueno que debe respetarse y es que en el tema de las Alcaldías Locales se debe garantizar la ley de cuotas.
En este momento ya se conocen quienes son las personas ternadas para ocupar las alcaldías locales, de las 20 localidades, 17 ya tienen candidatos y candidatas y de esas 17 personas 12 son mujeres. Es decir, El Alcalde tiene ante sí una nueva oportunidad de ser el garantista que nos mostró en campaña y cumplir con su promesa de paridad en la asignación de las Alcaldías locales.
Recordemos que un alcalde o alcaldesa local es la persona que asume la autoridad de la localidad bajo la idea del vecino que gestiona el bienestar y las necesidades de los habitantes y de los barrios de aquella localidad que administra. No es una tarea fácil y por eso la preparación debe ser clave para el cargo, su responsabilidad recae en la ejecución de las propuestas de la Alcaldía Mayor complementándola con la inversión y aprovechamiento de los recursos de cada localidad. En la medida en que administra la localidad, procura la seguridad de sus vecinos, está atento al cuidado del espacio público, garantizar el desarrollo urbano y la inspección y vigilancia de la actividad comercial de la localidad. Por ello aspirar al cargo de alcalde no es algo sencillo, los requisitos mínimos son pregrados y posgrados asociados a la administración y gestión pública, más 4 años de experiencia mínimo en el campo y haber superado el examen de conocimiento.
Ahora bien, para el momento de la participación la Secretaria de Gobierno contó que 979 mujeres y 1655 hombres, aunque sea poca la oferta de participantes en comparación con los habitantes de la ciudad, igual al final la mayoría de las localidades tienen a mujeres ternadas para la elección. La política ha sido un espacio también negado para las mujeres y ellas mismas se han hecho con su lucha partícipes de este escenario, al ocupar cargos, tomar decisiones y ejercer poder. Y especialmente en los barrios y localidades quienes son líderes o representantes y trabajan por sus comunidades y vecinos son en su mayoría mujeres, solo que en la medida en la que se va ascendiendo en los cargos su participación va disminuyendo.
En la Alcaldía de Claudia López, el 17 de abril del 2020 luego de aplicar y aprobar las pruebas de conocimientos y habilidades para el cargo, se posesionaron 12 alcaldías locales, donde la mitad eran mujeres cada una con historias diferentes de vida y de distintas universidades del país. Ahora bien, no solo se trata de cumplir una ley de cuotas, que sería lo mínimo, se trata de que esta garantía no tenga que ponerse en cuestionamiento y que las mujeres de las ternas tengan derecho a ejercer la administración de sus localidades Esta Alcaldía tiene una nueva oportunidad de mostrarse como garantista de los derechos de las mujeres, en este caso eligiendo a mujeres como Alcaldesas, que es lo mínimo que se debería hacer en derechos políticos.