Comenzó el 2024 y con él comenzaron a palpitar nuevos anhelos y deseos en la vida de cada uno de nosotros. Media noche, lista en mano y doce uvas que saben a sueños y a propósitos por cumplir. Para algunos el inicio de un nuevo año es solo eso, otro día festivo. Para otros, el primer día de enero es sinónimo de pensar en positivo, trazarse nuevas metas y hasta de habitar nuevos lugares; ese último es mi caso. Desde el 1 de enero de este año soy concejal de Bogotá y desde hoy, todos los jueves cada quince días estaré en esta columna de Publimetro. ¡Arrancó esto!
¿Qué significa vivir en Bogotá? Depende y depende de muchas cosas. Dime a qué velocidad te mueves y te diré quién eres, decía Ivan Illich. No es lo mismo habitar el sur de la ciudad, tan mal conectado por el transporte público y con menos oferta laboral, que habitar el centro o el norte (hasta cierto punto) de la ciudad. A Bogotá no la habitan de la misma forma los hombres y las mujeres, tampoco los jóvenes o los adultos mayores. Incluso es diferente vivir aquí cuando a uno le gustan más los libros que los deportes o cuando el aire que uno respira en Kennedy y Fontibón es diferente al que se respira en la parte alta de Chapinero. De todo eso y desde diferentes enfoques tratará esta columna quincenal.
Llegué a ser concejal de Bogotá hablando de temas nuevos, incómodos y difíciles y en este espacio no pretendo hacer algo distinto. Pienso que en Bogotá necesitamos leer más libros, contar con más bibliotecas públicas, construir una masculinidad más positiva, darle una importancia real a la salud mental, innovar en políticas públicas sobre drogas (y no prohibirlas), luchar por baños públicos decentes, reivindicar la importancia de que la gente tenga tiempo libre, exponer a los políticos corruptos y no bajar la bandera por las luchas ambientales que son las más importantes y trascendentales a las que se enfrenta la humanidad hoy. Un poquito de todo eso le daría a Bogotá un nuevo camino. Uno mejor.
Con el nuevo año también comenzó el periodo del alcalde Carlos Fernando Galán y del nuevo Concejo de la ciudad. Del alcalde diría que comenzó bien; tiene un gabinete técnico con experiencia en temas de ciudad, sus discursos han llamado al respeto por la diferencia, ha tenido intervenciones tempranas en malla vial deteriorada y presentó de forma rápida un plan de choque contra la inseguridad. Del Concejo, en cambio no diría lo mismo. El primer día la mayoría de concejales decidió negarle el derecho a la oposición de hacer parte de la mesa directiva como lo estipula el Estatuto de la Oposición y eso únicamente se corrigió hasta que miles de personas y los medios de comunicación señalaron insistentemente que tomar ese camino era un pésimo mensaje. Ya veremos si el alcalde Galán sigue por un buen camino y el Concejo decide seguirle los pasos.
Gracias a Publimetro por este espacio. A los lectores de siempre y a los nuevos. Que la lectura y la escritura sigan siendo las formas más bonitas que tiene la libertad y que Bogotá encuentre diversidad y paz en su nuevo camino.