Según reciente investigación de Departamento de Investigación y Desarrollo Sobiotech S.A.S - Abonamos S.A.S “El consumo per cápita en el país es de 57 Kg/ año aproximadamente”, esto significa que un colombiano en promedio está consumiendo casi 60 kg de papa al año, alimento solo superado por el arroz.
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La papa fundamentalmente es cultivada en zonas frías de nuestro país, destacándose principalmente los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Nariño y Antioquía, que, en cifras del Ministerio de Agricultura, agrupan el 90% del área cultivada y la producción. No obstante, entre estos registros no se tiene documentada la proporción de los cultivos de papas nativas en nuestro país.
Se estima que el hombre americano cultiva la papa desde hace 8.000 años, siendo Perú quien ostenta el mayor número de variedades con aproximadamente 4.000. En Colombia, según investigación del año 2009 de CORPOICA bajo el nombre Papas Nativas Colombianas “Colombia posee un banco de germoplasma que conserva 1.000 accesiones, dentro de las cuales se pueden encontrar 400 variedades nativas diferentes, provenientes de las zonas productoras de papa del país”. Este documento recoge 60 papas nativas e ilustra cada una de ellas; entre los nombres más curiosos que encontramos está la ratona, argentina, carriza, colombina, leona, pastusa pelinegra, borrega, yema de huevo, morcilla y tocarreña.
Las papas nativas, a diferencia de sus hermanas comerciales, no han sufrido modificaciones en su concepción original y han podido ser conservadas por comunidades indígenas del Cauca y Nariño, así como comunidades campesinas de Cundinamarca y Boyacá, quienes, al no encontrar una salida comercial de estas, las cultivaban para el autoconsumo y con ello, se han surtido de facto procesos de conservación de semilla.
Adicionalmente las nativas poseen una mayor resistencia a las largas sequías y a las fuertes lluvias, razón por la cual, algunos campesinos están apostando nuevamente por el rescate de estos maravillosos tubérculos, sin embargo, la labor no ha sido fácil pues el mercado prácticamente se reduce a algunos restaurantes que las incluyen en su carta por lo llamativas que resultan a los comensales. Y es que las papas nativas se caracterizan por tener formas alargadas o redondas muy diferentes a las papas convencionales, además de colores que van desde diferentes tonalidades del rojo, amarillo, morado y negro.
En el mercado encontramos algunos emprendimientos como el de Jaime Guerrero, un caleño que se radicó en el departamento de Cundinamarca y que después de una vida corporativa de más de 22 años, decidió apostarle a la conservación de semillas ancestrales de papas nativas. A través de su producto Ancestrales Chips le da el valor agregado a tres variedades de papa nativa que comercializa en mercados saludables. Adicionalmente está elaborando cerveza artesanal a partir de papas nativas con malta orgánica.
También es pertinente resaltar la apuesta de excelentes cocineros como Oscar González y Pablo Aya, quienes con su trabajo han sido embajadores silenciosos de estas papas y las han llevado a la alta cocina, contribuyendo además al fomento del cultivo de este producto en campesinos que han entendido que es una apuesta que rescata nuestros sabores y saberes ancestrales.
Finalmente la invitación a los lectores de este espacio para que se aventuren al consumo de un producto que tiene mayores propiedades nutricionales que las denominaciones comerciales, pues poseen más vitaminas, minerales, antioxidantes y oligoelementos, con lo cual le estaremos llevando alimentación saludable a nuestras familias.